Alonso III de Fonseca
Este retrato, que muestra al prelado sedente, sigue la tradición iniciada, con respecto a este personaje, por parte de Crispín Evelino, en el siglo XVII y mantenida por Fernández Erosa, entre otros. Lo concreta Carlos Blanco, en 1910, siendo ubicado en la Sala Rectoral de la Universidad.
Se localiza hoy en el Paraninfo, ocultando una placa conmemorativa dee los universitarios compostelanos fallecidos en la Guerra Civil que sustituyó a otra, relativa al Batallón Literario.
El tiempo hizo que este prelado siguiera vinculado a Compostela como especial referencia, algo que se forjó desde el mismo momento de su fundación a partir de la Bula de Clemente VII (1526). En todo caso, la evocación a este prelado en relación con su familia, tanto en su línea paterna como materna, es algo que se ponen de relieve en esta ciudad. En la portada del claustro de la Catedral, lo que se hace ver es el paralelismo con su padre (J. M. García Iglesias, 2013, pp. 167-168). En tanto, en el que se pone particular énfasis en el Colegio de Santiago Alfeo es en la relación con su madre. Así, la bóveda que ampara el vestíbulo presenta en su parte central las armas de los Ulloa (A. Fraguas Fraguas, 1995, p. 119), vinculadas con María de Ulloa. Esta, por otra parte, está al lado de su hijo en la serie de medallones del lado occidental del claustro (J. M. García Iglesias, 1995, p. 34), es decir, en la zona en la que se encuentra enfrente del acceso al mismo y, por tanto, en el lugar supuestamente más visible. Pero, aun siendo así, las armas que presiden la portada colegial y el edificio entero son las cinco estrellas que distinguen a los Fonseca.
El claustro universitario le encargó al pintor alemán Crispín de Evelino, quien ya había fijado su residencia en esta ciudad hacia 1628, un retrato del que se reconoce como “fundador de la Universidad”. Se sabe que aquella obra, hoy perdida, “… ha de copiar el rostro por el retrato que está en el aposento Rectoral y ha de pintarlo de cuerpo entero, sentado en una silla y dosel y bufete con su alfombra y almohada a los pies, de colores de carmesí y otras que mejor parezca, finas, al óleo” (P. Pérez Costanti, 1930, p. 162).
Finalizado el cuadro en el año siguiente, se encargó el marco, “con sus letras al derredor del nombre del Sr. fundador Don Alfonso de Fonseca y Acevedo”. También se dispone ahora su localización: “a la cabecera del lugar que el Rector tiene en Claustro” (P. Pérez Costanti, 1930, p. 160). Por lo demás, este retrato debe considerarse el modelo que se sigue para la realización de otros posteriores.
Así, en ese sentido, Plácido Fernández Erosa, a instancias de Fernández Varela -por entonces “Colegial Teólogo en el mayor de Fonseca y actual Rector de su Colegio”- hizo por 1799 un dibujo a plumilla del mismo del que parte el grabado de Tomás López Enguidanos (Y. Fernández Castiñeiras, 1991, pp. 239, 691).
En este sentido, Fernández Varela escribe: “… he procurado contribuir también por mi parte a hermosear esta edición, costeando la lámina que presenta el retrato del Señor Fonseca, según está en la sala Rectoral de este Colegio, para que con las prendas de su grande alma puedan verse también las facciones de su magestuosa y agradable fisonomía…”. El primer objeto de este retrato, pasado a grabado, fue el de utilizarlo en un texto relativo a Fonseca (M. Fernández Varela, 1799, pp. 1, 4-5.).
Por ese mismo momento, Plácido Fernández Erosa pintó otro retrato del prelado -que debe de seguir, en líneas generales, el hecho por Evelino Crispín-, también costeado por Fernández Varela y que se destinó a la Biblioteca de la Universidad. En él se disponen a Alonso de Fonseca en su librería, pasando las páginas de un libro dispuesto sobre un atril y cuenta con la firma de su autor.
Parece ser que en un primero momento, allá por 1799, la Universidad no situó en la Biblioteca -el lugar para el cual había sido hecho- este lienzo y habrá que esperar hasta 1810 para que deje de estar en la sala de los libros prohibidos y se exponga dentro de dicha biblioteca “como uno de los bienhechores de este Estudio General” (A. Neira de Mosquera, 1850, p. 19). Es más, se dispondrá entonces “que se coloque ahora, aunque sin marco, al lado contraria correspondiente al lugar que ocupa el del Sr. Figueroa” y, por eso, ocupando un lugar principal (C. Varela Orol, 2007, p. 62).
También cabe relacionar con Fernández Erosa el retrato que hoy preside la Sala de Juntas del Rectorado, que originariamente debió de pertenecer al Colegio de Fonseca.
Uno de los dos grandes medallones que pueden verse en la parte alta de la portada del antiguo edificio de la Real Universidad (la actual Facultad de Geografía y Historia) representa a Alonso de Fonseca. Y también, en forma de medallón, se muestra en el Paraninfo. Un retrato, en forma de busto, puede verse en la Facultad de Medicina. Y en esta misma línea de acción cabe encuadrar también la vidriera que muestra la figura del prelado en el Salón de Grados del antiguo Colegio de San Xerome. Esta obra se encuadra en ese período de remodelación de sus espacios, culminado en 1974, que llevó a convertirlo en sede del rectorado.
También hay un retrato de Alonso III de Fonseca que se hizo para la Sala de Juntas de la Facultad de Filosofía y Letras, realizado por Antonio Moragón quien lo data en 1973. Se prescinde en este caso del encuadre propio de la aclamación utilizada en las obras anteriores. La imagen del prelado se dispone de perfil, sentado ante una mesa con unos documentos en la mano, con los que se alude a su fundación universitaria. Sobre dicha mesa puede verse una imagen de Santiago el Mayor en su condición de peregrino, dos libros y una de las páginas del documento que maneja el prelado. Como fondo se presenta la portada del Colegio de Santiago Alfeo y, más arriba, su escudo personal.
También, en la celebración del Quinto Centenario de la Universidad, se le quiso otorgar un especial protagonismo a quien fue el fundador del Colegio de Santiago Alfeo, encargándose para eso a Ramón Conde (1996), que lo presenta sedente en actitud reflexiva incidiéndose en este caso en su relación con Erasmo dado que mantiene sobre una de sus piernas, el volumen correspondiente al Enchiridion militiis christiani (1503). Con eso Fonseca aparece ante nosotros como un meditabundo humanista (Vid. J. M. García Iglesias, 2016, pp. 155-159).
J. Couselo Bouzas, 1950: J. Couselo Bouzas, La Pintura Gallega, A Coruña (Porto y Cia. Editores), 1950.
E. Fernández Castiñeiras, 1991: E. Fernández Castiñeiras, Un siglo de pintura gallega: 1750-1950 (Tesis doctoral inédita dirigida por J. M. García Iglesias.), Santiago de Compostela (Universidade de Santiago), 1991
E. Fernández Castiñeiras, 1999: E. Fernández Castiñeiras, “ Plácido Fernández Arosa”, en A. Pulido Novoa (dir.), Ata o Romanticismo. Artistas Galegos pintores, Vigo (Nova Galicia Edicións), 1999, pp. 261- 293.
E. Fernández Castiñeiras, 2002: E. Fernández Castiñeiras, “Retrato de Don Alonso III de Fonseca”, en (Catálogo de Exposición) Los Arzobispos de Toledo y la Universidad Española, Toledo (Universidad de Castilla-La Mancha), 2002, pp. 254-255.
E. Fernández Castiñeiras, 2007: E. Fernández Castiñeiras, “O retrato. Un xénero na vida universitaria”, en (Catálogo de Exposición) Sigillum Memoria e identidade da Universidade de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela (Universidade de Santiago de Compostela) , 2007, pp. 33-47.
M. Fernández Varela, 1799: M. Fernández Varela, Oración que a la inmortal memora del Sr. D. Alonso de Fonseca. Arzobispo de Santiago y Toledo… dico…, Madrid (Imprenta Real) 1799.
A. Fraguas Fraguas, 1995: A. Fraguas Fraguas, O Colexio de Fonseca, Santiago de Compostela (Universidad de Santiago), 1995.
J. M. García Iglesias, 1995: J. M. García Iglesias, “El Colegio de Fonseca”, en (Catálogo de Exposición) Gallaecia Fulget. V Centenario da Universidade de Santiago de Compostela (1495-1995), Santiago de Compostela (Universidade de Santiago de Compostela), 1995, pp. 28-39.
J. M. García Iglesias, 2013: J. M. García Iglesias, Secretos de Catedral. La basílica de Santiago de Compostela a través de los tiempos y espacios, Santiago de Compostela (Consorcio de Santiago, Alvarellos Editora), 2013.
J. M. García Iglesias, 2016: J. M. García Iglesias, Minerva, la Diosa de Compostela. Espacios y obras a relacionar con el saber, Santiago de Compostela (Andavira Editora- Consorcio de Santiago), 2016.
A. Neira de Mosquera, 1850: A. Neira de Mosquera, Monografías de Santiago: Cuadros históricos.-Episodios políticos.-Tradiciones y leyendas.-Recuerdos monumentales.-Regocijos públicos.-Costumbres populares, Santiago (Imp. de la Viuda de Compañel e Hijos), 1850. Se cita desde la siguiente edición: …Santiago de Compostela (Ara Solis. Consorcio de Santiago), 2000.
P. Pérez Costanti, 1930: P. Pérez Costanti, Diccionario de artistas que florecieron en Galicia durante los siglos XVI y XVII, Santiago (Imp., Lib. y Enc.del Seminario C.Central), 1930.
P. Pérez Costanti, 1901: P. Pérez Costanti, “D. Plácido Fernández, pintor”, El Eco de Santiago, 24-VII-1901, núm. 1909.
C. Varela Orol, 2007: C. Varela Orol, A Biblioteca Pública da Real Universidade de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela (Universidade de Santiago de Compostela), 2007.
J. M. García Iglesias, 2016: J. M. García Iglesias, Minerva, la Diosa de Compostela. Espacios y obras a relacionar con el saber, Santiago de Compostela (Andavira Editora- Consorcio de Santiago), 2016, pp. 155-159.