Bodegón

Manuel Prego de Oliver
MIriam Elena Cortés López

Uno de los múltiples bodegones que realizó Prego de Oliver, pintor gallego de la primera generación de la posguerra. Comprado a la Galería Citania en 1981.

La tradición, la naturaleza y la cotidianeidad son ejes fundamentales en la obra que desarrolla Manuel Prego (1915-1986) desde sus comienzos. Siguiendo esa dirección, parte de un género pictórico convencional, la presentación de un bodegón, una sencilla cesta con frutas posada sobre una superficie, que se recorta sobre un fondo neutro.

Desde esa óptica intimista que desprende la obra del artista, lo más sobresaliente de esta composición es el enfoque en el que la ofrece. Se presenta en primer plano, prácticamente volcado hacia quien observa la obra. Sugiere un cierto desequilibrio, como si pudiera caer en cualquier momento. Destaca la manera en la que emplea el color, componiendo las figuras y los contrastes de luces y sombras por medio de pinceladas cargadas de pigmento; pequeños golpes de color que llenan de vida y expresión una escena tan sencilla. En especial, llama la atención la manera en la que compone con el color blanco, que entremezcla con otras tonalidades, para causar un efecto visual vibrante.

A través de este bodegón, Prego de Oliver deja clara la influencia que, desde el punto de vista temático, tiene la pintura barroca española y holandesa. En lo concerniente a la composición, se aprecia el gusto hacia aquella escuela de artistas que, como El Greco o Goya, revolucionaron la manera de pintar a través del empleo del color, aunque también es justo decir que a Prego de Oliver no le resulta ajena la obra de los artistas impresionistas y postimpresionistas, en especial la de Cézanne.

Manuel Prego de Oliver es de esos artistas fieles a su ciudad de origen, en este caso Ourense, en la que nace y muere, siendo uno de los mejores representantes en el ámbito de la pintura contemporánea. Paradójicamente no pertenece a ese grupo de artistas que desde pequeño sintiera la necesidad de formarse en una carrera dirigida al mundo de las Artes. Tampoco es hijo de una familia vinculada con esta disciplina. De hecho, podría decirse que su primera llamada hacia lo que luego constituirá su oficio la va a tener siendo profesor en una aldea próxima a Allariz. Es en ese entorno, en el que él vive feliz, donde comienza a explorar el mundo de la pintura. Sucede esto en los años previos al estallido de la Guerra Civil, tras la cual será apartado de su cargo como docente. A partir de entonces, comienza su verdadera carrera artística.

Lo más significativo de su obra es que nace de su propia exploración y formación en el mundo de la pintura, actividad que complementa con su gusto por la lectura. Como amigo de Vicente Risco, acostumbraba a participar en las tertulias del Grupo Volter, Os Artistiñas, en Ourense. Ello le facilitó moverse en el contexto cultural e intelectual gallego, conocer de cerca a los miembros del Grupo Nós y acercarse a las novedades procedentes de otros puntos europeos. También estas reuniones le sirvieron para ilustrar una galería de retratos de los participantes.

Aunque en su trayectoria artística se aprecia cierta evolución, se puede decir que existe una estabilidad en cuanto a lo que la presentación de temas se refiere. El artista, lejos de hacer una pintura de compromiso social, se mantiene dentro de ese cuadro de pintores que optan por reflejar el desarrollo cotidiano de la vida, los momentos de felicidad que de ella se desprenden o el paso del tiempo y lo que ello significa. Fue ciertamente revolucionario en la manera en la que presenta estos temas y por ello puede ser incluido dentro del Grupo de Os Novos o Os Renovadores, siguiendo la estela de Maside, Colmeiro, Souto, Seoane o Laxeiro…, junto con Pesqueira, Torras o Díaz Pardo.

Aunque su reconocimiento fue tardío, si se compara con otros artistas, Manuel Prego colaboró con sus trabajos en la ilustración de revistas y periódicos como ABC. Participó en la ilustración de Merlín e Familia y As Crónicas de Sochantre, de Álvaro Cunqueiro. También expuso en ciudades como Madrid, en 1941, e incluso engrosó la lista de artistas muralistas que, como Lugrís, trabajaron en Vigo, en este caso diseñando los murales de la Estación Marítima de la ciudad olívica.

E. Bande Rodríguez, 2011: E. Bande Rodríguez, A pintura relixiosa de Manuel Prego de Oliver, Ourense, Deputación Provincial, 2011.

X. A. Castro Fernández, 1993: X. A. Castro Fernández, “Manuel Prego de Oliver”, en F. Rodríguez Iglesias (ed.), Galicia. Arte. Arte Contemporáneo I, vol. XVI, A Coruña, Hércules, 1993, pp. 57-58.

X. A. Castro Fernández et al., 2011: X. A. Castro Fernández et al., Manuel Prego de Oliver. Catálogo da exposición, Ourense, Deputación Provincial.

J. M. García Iglesias, 1989: J. M. García Iglesias, Manuel Prego. Su obra, A Coruña, Fundación Barrié de la Maza, 1989.

D. García Sabell, 1954: D. García Sabell, Seoane, Vigo, Galaxia, 1954.

M. D. Vila Jato, 1996: M. D. Vila Jato (coord.), O Patrimonio histórico da Universidade de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela, Universidade de Santiago de Compostela e Parlamento Galego, 1996.

VV. AA., 1985: Prego, Ourense, Deputación Provincial, 1985.

Ficha técnica

Número de referencia: IBC0000746
Autoría: Manuel Prego de Oliver
Título: Bodegón
Temas: 
Bodegón
Datos: 1950
Técnicas: 
Óleo
Dimensiones: 
Alto: 65 cm Ancho: 81 cm (sin marco) Alto: 85,5 cm Ancho: 102 cm Fondo: 5 cm (con marco)
Materiales: 
Lienzo
Localización: Casa de la Balconada