El Paraninfo: Minerva

José María Fenollera
José Manuel García Iglesias

Es ésta la pintura central y de mayores dimensiones del techo del paraninfo universitario compostelano; se debe a Fenollera. Se dispone en un espacio intermedio entre el ocupado por el profesorado y el alumnado. Está presidida por la imagen sedente de Minerva ante la que se muestra una mujer, vestida de verde, que ha de simbolizar a la propia universidad gallega.

En la parte del profesorado lo que se testimonia es su reconocimiento; por eso, hacia ahí, se orienta un genio portando un diploma, o título, ofrece un birrete de doctor. Hacia el alumnado, en cambio, se envían libros.

El paraninfo cuenta, en su techo, con tres pinturas; es ésta la de mayores dimensiones. Está presidida por la imagen sedente de Minerva, en una escena que, en cierto modo, evoca al relieve que centra la portada. También aquí nos encontramos con una diosa sedente, en relación con la cual han de entenderse los tres alados genios que se encuentran a su lado: uno de ellos porta su lanza y escudo, atendiendo a su condición bélica; otros dos tienen entre sí una rama de olivo, aludiendo a que ella, aportando el olivo, se convirtió, en vez de Neptuno, en protectoria de Atenas. Una larga filacteria completa esta parte de la composición.

Y si en el frente del edificio Minerva corona a los estudiantes, aquí les ofrece conocimiento a través de un largo pergamino, compendio de sabiduría, que se dispone a coger un niño, alusión al discente, que, en pie, se mantiene sobre el regazo de una mujer, vestida de verde, que ha de simbolizar a la propia universidad gallega; también han de relacionarse, con este centro compostelano, los tres niños que comparten estudios a sus espaldas.

Como telón de fondo, en la parte central y en lo alto, puede verse un templo monóptero que ha de entenderse como dedicado a la Sabiduría; en su parte visible puede verse sustentado por cuatro columnas. En sus inmediaciones se encuentran otros tres niños, o genios, dos de ellos se nos muestran llamando con sus trompetas; en un caso las alas – concretamente el que está, supuestamente, en una posición más baja- son las propias de la mariposa que se han interpretado como atributos de las Horas, comentando, al respecto Vasari que no hay nadie mas ligero y que huya antes (G. de Tervarent, 2002, p. 40).

La lectura de esta parte central cabe desglosarla distinguiendo la parte de la presidencia, que es en donde se sienta el profesorado -y, sobre todo, los doctores-, y la dedicada al público, en donde se supone la presencia del alumnado. Pues bien, hacia esa zona posterior un genio, también con alas de mariposa, lanza libros hacia los alumnos, ofreciéndoles, de este modo, aprendizaje.

En la parte del profesorado lo que se testimonia es el reconocimiento. Por eso, hacia ahí, se orienta un genio portando un diploma; otro – en este caso, con alas de mariposa- ofrece un birrete de doctor, con el que se alude, por el triple color de su parte superior, a los tres doctorados que, entonces, otorgaba la Universidad de Santiago: Derecho (rojo), Medicina (amarillo) y Farmacia (morado); y un tercero, el dispuesto en la posición más elevada, próximo al vuelo de un águila, que porta una corona de laurel, aludiendo a que el ser laureado es signo de maestría.

Los genios con alas de mariposas; lo que ha de relacionarse con el simbolismo propio de la mariposa en el que la masonería entiende que hay un significado de transformación o renacimiento (D. Grustan, 1997, pp. 337-347). Un águila, en este caso volando, significadora de brillo, de claridad viva, para los masones: Hacer volar el águila, según la expresión hermética, es hacer brillar la luz, liberándola de su envoltorio oscuro y llevándola a la superficie. El águila es considerada por la masonería como un símbolo del valor y de la inteligencia (Fulcanelli, 1973, p. 314); es, igualmente, símbolo de la prontitud y la elevación del pensamiento, así como de la virtud (G. de Tervarent, 2002, pp. 31-33), significando, también “la unión de la visión suprema y del supremo poder” (E. Wind, 1972, p. 232). Además, el modo de componer resulta ilustrativo. Minerva, la Universidad y un genio configuran un grupo; los genios que acompañan a la diosa son tres; tres también son los que, desde las proximidades del templo nos convocan; tres son los estudiantes que están a la espalda de la alusión, desde una figura femenina, a la Universidad (posiblemente referencias al Derecho, Medicina y Farmacia, entonces, como se ha dicho, estudios de principal importancia en Compostela); y tres los que suponen reconocimiento al profesorado: el diploma, el birrete, el laurel… Sabida es la querencia masónica por este número. No debe pasar desapercibido tampoco, desde esta misma línea interpretativa, el hecho de que sean cuatro las columnas sobre las que se sustenta el templo. Y es que, en palabras de Agrippa, “Los pitagóricos llaman Tetracto al número cuaternario y lo prefieren a todas las virtudes de los demás números, porque todos los fundamentos tanto de las cosas artificiales como de las naturales y divinas, son cuadrados…” (H. C. Agrippa de Nettesheim, 1533, II, p. 11).

El plafón central, mixtilíneo en su perímetro, conjuga la forma de un octógono de lados desiguales, de tal forma que aproxima su contorno al de un rectángulo con sus ángulos cortados, con la disposición de cuatro semicírculos, iguales, en la parte media de los cuatro lados mayores. Así se genera un espacio grandioso en el que comparten sentido el octógono y el círculo; a esa forma alude la visión de los cuatro semicírculos que, sumados, dos a dos, generan “dos cielos”, algo que tiene un cierto significado desde el discurso masónico en el que se suele aludir a distintos cielos.

Este plafón principal dispone en sus cuatro ángulos otras tantas figuras desnudas, en pie, mostrando en sus manos unos motivos vegetales que no señalan símbolo de lucha alguna: la naturaleza ha sido dominada y, de este modo, aparece en la banda ornamental, segmentada en cuatro partes, que rodea esta superficie, principal y central. Cuatro triángulos, uno a cada ángulo, en el espacio existente entre el plafón y la citada banda decorativa nos muestra, también, un motivo decorativo que culmina, en cada caso, con una flor triple, cual flor de lis, motivo del gusto de la masonería; cabe insistir, una vez más, en el valor del tres, al que tanto sentido, da la masonería como expresión de la síntesis espiritual que nace de combinar las cualidades del uno y del dos , por aludir al orden intelectual y espiritual de la divinidad (J. C. Daza, 1997, pp. 376-377). La relación entre la flor de lis y la masonería es cuestión conocida; se asienta en la interpretación que a esta planta le dan los alquimistas como símbolo del árbol de la vida, de la perfección, la luz… (Vid. J. M. García Iglesias, 2016, pp. 394-396).

H. C. Agrippa de Nettesheim, 1533: H. C. Agrippa de Nettesheim, De occulta philosophia libri tres. Colonia, 1533

http://www.bibliotecapleyades.net/cienciareal/agrippa/agrippa2.htm

Se cita desde:

http://es.scribd.com/doc/2536308/Agrippa-Cornelio-Filosofia-Oculta-Volumen-2

J. C. Daza, 1997: J. C. Daza, Diccionario Akal de la Francmasonería, Madrid (Akal), 1997

Fulcanelli, 1973: Fulcanelli, Las moradas filosofales y el simbolismo hermético en sus relaciones con el arte sagrado, Barcelona (Plaza y Janés), 1973.

J. M. García Iglesias, 2016: J. M. García Iglesias, Minerva, la Diosa de Compostela. Espacios y obras a relacionar con el saber, Santiago de Compostela (Andavira Editora- Consorcio de Santiago), 2016.

D. Grustan, 1997: D. Grustan, “El alter ego de la mariposa”. Bol. SEA., 20 (1997), pp. 337-347.

G. de Tervarent, 2002: G. Tervarent, Atributos y símbolos en el arte profano. Diccionario de un lenguaje perdido, Barcelona (Ediciones del Serbal), 2002.

E. Wind, 1972: E. Wind, Los misterios paganos del Renacimiento, Barcelona (Barral Editores), 1972.

Ficha técnica

Número de referencia: IBC0000148-3
Autoría: José María Fenollera
Título: El Paraninfo: Minerva
Temas: 
Conmemorativo
Mitológico
Datos: 1906
Técnicas: 
Óleo
Dimensiones: 
  
Materiales: 
Estuco