Francisco de Aguiar Seijas y Ulloa

Mariano Caro
José Manuel García Iglesias

Figura en pie. Tres mitras aluden a las sedes episcopales que se le adjudicaron: la de Guadalajara, que no llegó a ocupar; después, la de Michoacán (1678-1681); y, ya en 1681, la de Méjico. El lateral de la mesa se ocupa, en este caso, con una larguísima inscripción. Todo, salvo la última línea -“Rector de esta Universidad en 1668”-, responde a un modelo mejicano, país del que procede; llama la atención el hecho de que se confunda la fecha de su rectorado en Compostela, que fue en 1657.

Se nos muestra, en esa zona alta, parte de un escudo, con armas de su linaje y borlas propias de su condición episcopal. Este retrato perteneció al Colegio de Fonseca.

Neira, por 1850, aludiendo a la relación entre Aguiar y Seijas y el Colegio de Fonseca, indica que éste “posee un retrato suyo colocado en la sala de claustros” (M. Ovilo y Otero, 1880, p. 104). En 1951 se nos dice que está en la Sala de Profesores de la Universidad (M. Troitiño Mariño, 1951, p. 5). El retrato del prelado, llegado de Méjico, estaba en el Decanato de la Facultad de Derecho en 1956 (M. Carro Amigo, 1956, pp. 26-27).

Un epígrafe nos indica el modelo seguido, así como el autor que se encarga de hacerlo y la data correspondiente: “Copiado del que existe en la Sala Capitular de esta Metropolitana Iglesia de México por Mariano Caro -año 1820-”. Será, en ese contexto de promoción de esta figura hacia la canonización, la que explique la llegada de este cuadro a Compostela. Ovilo lo reconoce como hijo Ilustre de la Universidad, por 1880 (M. Ovilo y Otero, 1880, p. 12); no se alude aquí a su paso por la Universidad de Salamanca. (M. Troitiño Mariño, 1951, p. 5). También se pone en valor su figura en Galicia en 1887 (Vid. J. Pardiñas y Villalobos, 1887, pp. 6-7).

El lateral de la mesa se ocupa, en este caso, con una larguísima inscripción. Dice así: “Rto DEL ILMO. SR. DN FRANCISCO/ Aguiar y Seijas, natural de la Ciudd de Betanzos en el /Reino de Galícia, Colegial en el mayor de Fonseca Univ./de Sto y Catedratico de filosofia, Canonigo Magistral de /Astorga, Penitenciario de Santiago. Electo Obpo de Guada-/dalaxara y después Obipo de Michoacan, promovido/por ultimo a Arzobispo de México en 1681, conservó toda/ su vida una pureza angelica, y una modestia agena de to-/do fausto, tan celoso del bien de su rebaño que visitó toda/ la Diocesis con imponderable fatiga, y con la eficacia de / sus palabras, animadas del espíritu de Dios, trajo muchas/ almas al suave yugo de la ley evangélica. Fue ejemplar de/ Prelados, limosnero, en la Yglesia devoto, y edificativo, vigilan-/ te en la reformación de las costumbres, suave para todos y / solo para sí severo; fue el principal fomento para la funda/ ción del Colegio de niñas de S. Miguel de Belén, y a su so-/lasitud se hizo del del Tridentino colegio Seminario; edificó/ la casa para recoger mugeres locas, que el Pueblo llama-/ ba ormigos; y fue insigne bienhechor de la Misericordia, / para depositar en ella mugeres casadas, que es de grande/ utilidad espiritual, y temporal. Puso la primera piedra pa-/ra el magnifico templo en el que hoy se venera la aparecida/ milagrosa imagen de Na Sra. de Guadalupe en 26 de Mar-/ zo de 1695, y en lel día 14 de agosto de 1698, acabó sus di-/as colmados de preciosos frutos de todas las vitudes, y se tra-/ ta de la causa de su beatificación, pues aun en vida/ mereció el mayor elogio de la silla Apóstolica, y del Emi-/nentisimo Cardenal Aguirre en el catálogo de los/ Arzobispos de México”. . Todo, salvo la última línea – “Rector de esta Universidad en 1668”-, responde al modelo mejicano (O. Mazín Gómez, 1996, p. 248; M. Torremocha Hernández, M. A. Sobaler Seco, 2012, p. 96). Llama la atención el hecho de que se confunda la data de su rectorado en Compostela, que fue en 1657, habiendo sido aceptado en el Colegio en 1652 (A. Fraguas Fraguas, 1995, p. 315).

En la parte superior del cuadro puede verse, también, otra inscripción que dice “Beatus qui intelligit super egenum, et pauperem, in die mala liberaravit eum Dominus”. Además se nos muestra, en esa zona alta, parte de un escudo, con armas de su linaje y borlas propias de su condición episcopal. En la mano izquierda porta, asimismo, una cartela: “El Ylmo Rmo Srr A/ de Mexico”, quedando, supuestamente, oculta por su propia mano todo lo demás del texto.

En una fecha muy posterior, a la que fue rector en esta Universidad Compostela, se recordó a este prelado (1632-1698 (Vid. J. Pardiñas y Villalobos, 1887, pp. 199-201; P. Pérez Costanti, 123, pp. 216-218; O. Rey Castelao, 2003, pp. 71-72). Se le evoca, concretamente por 1717, como una de sus glorias, por parte de Curiel, en su “Compendio de los felices progresos de la Universidad de Salamanca”: “… Y oi se trata de la Canonicación de dos hijos del maior de Cuenca Dn Francisco de Aguiar y Seijas Arzobispo y Virrei de Megico, Cuias raras virtudes y milagros venera devotamente aunque sin culto America…” (J. Curiel, 1717, p. 126). Habrá que esperar, sin embargo, a 1739 -es decir, más de 20 años después-, para que comiencen las informaciones relativas a su beatificación; sucede esto en tiempos del arzobispo Antonio Vizarón y Eguiarreta (M. Torremocha Hernández, M. A. Sobaler Seco, 2012, p. 99). Se principian cuando el Deán y Cabildo de la ciudad de México otorgan un poder, precisamente, a tres colegiales del Mayor de Cuenca de Salamanca, para iniciar el proceso, Y, ya en 1740, habrá una subdelegación de uno de tales colegiales, para desarrollar la misma misión, que recae en el Chantre y otros miembros del cabildo catedralicio compostelano (M. Troitiño Mariño, 1951, pp. 13-14. Vid. A. Neira de Mosquera, 1850, p. 104; A. López Ferreiro, 1907, pp. 274-277).

En este contexto, también, se justifica la edición de una biografía suya, publicada en Valencia en 1738 (J. Lezamis, 1738). La redactó quien fue su confesor, Lezamis, “Cura de la Santa iglesia Cathedral de México”, y quien escribe sobre Aguiar, en obra dedicada al “Venerable Deán, y Cabildo de la Santa Iglesia, Cathedral Metropolitana, y Apostólica de Santiago de Galicia” (J. Lezamis, 1738, p. 17). Se hace aquí especial hincapié en las relaciones del biografiado con esta Catedral, Santiago de Compostela y Galicia, en general (J. Lezamis, 1738, pp. 17-35). Se dice, al final de la misma, que “… en lo que toca a visiones y revelaciones, santidad, profecías, y otras cosas, que parecen sobrenaturales extraordinarias, no es mi intento el acreditarlas por tales, ni que se les dé más crédito, que el que se suele dar al dicho de un hombre particular…”; con ello se quiere dar cumplimiento a lo que se enuncia en los Decretos Apostólicos y, particularmente, lo dictado al respecto por Urbano VIII (J. Lezamis, 1738, pp. 204-205).

Estamos, en todo caso, ante un prelado que tuvo, igualmente, sus detractores -nacidos, más que nada, por sus diferencias con la poetisa sor Juana de la Cruz (M. Ares Faraldo, 2009, pp. 189-194)-, y a cuya valoración positiva se ha vuelto posteriormente (M. Ares Faraldo, 2009, 185-194). Concretamente el estudio de Troitiño se hizo desde su condición de notario mayor eclesiástico de la archidiócesis compostelana, en virtud del intento de reabrir, desde Méjico, su proceso de canonización (M. Troitiño Mariño, 1951)

En la sentencia que, en 1740, se realiza al respecto en la iglesia compostelana, acreditando el “Non Cultu”, se dice, al hacer notar las consideraciones de legalidad precisas, que “… debemos declarar y declaramos no haver de presente ni jamás averse visto ni hallándose cosa la más leve que manifieste ni induzca público culto ni pública veneración del referido Siervo de Dios azia su persona ni Ymagenes, efigies, estatuas, ni Pinturas ni Reliquias del susodicho ni constar de cosa alguna de estas en esta Ciudad, sus Yglesias ni Oratorios, ni en alguna Yglesia ni Oratorio de todo este Arzobispado, ni en otra parte, ni en Lugares Sagrados ni Profanos públicos ni privados de esta dha ni de los demás de este Arzobispado ni en otra parte ni en manera alguna” (M. Troitiño Mariño, 1951, p. 20).

También en Galicia, en 1742, doña Juana María de Aguar, escribe, en Betanzos, lo siguiente: “…estando por Colexial Mayor en el de Fonseca de la Ziudad de Santiago, pasó a serlo en el de Cuenca de la Ziudad de Salamanca, de donde vino a ser Canónigo Maxistral de Letoría en la Catedral de Astorga…” (M. Troitiño Mariño, 1951, p. 39); lo hace, precisamente, en una carta redactada a petición del tribunal que trata el tema de tal beatificación. Y, concretamente, al solicitarse, por 1749, al Colegio de Fonseca información por parte del Tribunal de beatificación, se pone en valor la posibilidad de “… elevar a los altares a un antiguo Colegial suyo “por zeder en inmortal logro de esta Sancta Casa a quien tubo la fortuna de lograr tal hijo”…” (M. Troitiño Mariño, 1951, p. 46). Igualmente el Colegio de Cuenca expedirá un certificado al respecto; Certificación del Licdo. Don Juan Gómez Bravo, Colegial y Secretario del Colegio Mayor de Santiago el Zebedeo, llamado de Cuenca: “ Certifico: que en seis de maio de mil seiscientos y sesenta y tres fue admitido a la oposición de una Beca Theologa el Sr. Don Francisco de Aguiar Seijas y Ullóa, Lecotral de Astorga, y a diez de dicho mes y año se le nombró por informe de el Licdo Dn Gonzálo de Saavedra, estando en el oficio de Sr. Rector el Licdo. Don Marcos Cabrera Ponce de León, como consta del Libro de Capillas al folio doscientos y seis, y en día veintitrés de Julio de dho año aviéndoselo aprobado la literatura y calidad fue electo Colegial en dha. Veca Theologo, como consta del libro de elecciones al folio cuatrocientos y cincuenta y quatro, y tomó posesión en treinta de dho. mes y año, como de los libros de despensa consta, la cual posesión firmó e el libro de Cadena al folio setenta y tres, en la partida decientas y ochenta y tres, y por S. Lucas de dho año fue electo Consiliario aviendo salido en el oficio del Sr. Rector el Señor Don Fenando Manuel y Mexia, que oy es Obispo de Zamora, y hizo dejación de la Veca por poder que remite en onze de diciembre de dho año, como del Libro de Capillas consta al folio ducientos y diez ocho…” (M. Troitiño Mariño, 1951, p. 41).

En lo concerniente a la iconografía presente en su retrato de la Universidad han de valorarse algún otro antecedente en relación con este mismo personaje. Concretamente se localiza un retrato suyo en la capilla de la Torre de Illobre (Betanzos); en este caso se presenta en una edad menor, aún cuando guarda con éste aleccionadoras concordancias (M. Ares Faraldo, 2009, p. 187).

Otro, que se encuentra en México, presenta un modo de interpretar el rostro muy próximo a éste compostelano (M. Ares Faraldo, 2009, p. 191). Por lo que se refiere al de Betanzos tiene un epígrafe en la parte inferior. Dice así: “El Yllmo Sr Dn Franco de Aguiar/ y Seyjas Canonigo Penitenciario de / la Sa y Apostólica Yglesia del Sr Santi-/ ago de Galicia, Colegial mr del Col/egio de Quenca. Obispo Electo que fue/ de Santiago de Guadalagara nuevo/Reyno de Galicia, Obispo de la Ciud/ad de Meochacan, y Arzobispo de / Méjico y Electo tres veces Birrey/ y Capitán General de aquel Rey-/no, lo que no quiso acetar”; es obra firmada por Pedro Pardon (F. Vales Villamarín, 2006, pp. 150-152).

También la Universidad de Salamanca guarda, en la actual Casa-Museo de Unamuno, un retrato de este arzobispo que contiene una leyenda alusiva al personaje (E. Azofra Agustín, J. R. Nieto González, 2002, pp. 37-38; E. Azofra Agustín, 2003, p. 20). Dice así: “El Excmo. Y Venerable Siervo de Dios Dn Francisco de Aguiar y Seijas, natural de Betanzos, diócesis de Santiago: fue Colegial en el Mayor de Cuenca de la Universidad de Salamanca; Canónigo Lectoral de la Santa Yglesia de Astorga; Magistral en la de Santiago, obispo de Guadalaxara y Michoacán, Arzobispo de México y Virrey de la Nueva España. Prelado de insignes virtudes que acreditó con particulares prodigios. Entre todos sobre salió su fervorosa caridad para con los pobres, a quienes buscaba afectuosamente hasta en los hospitales y chozas, llegando a tal punto lo vivisimo de su amor que exausto ya de caudales y oprimido de la necesidad urgente de su súbdito honrado, hizo para el imperio de su voz una lagartija, que corroía por una pared de su palacio; y convertida en fínisimo oro lo entregó al necesitado, para que tomase sobre ella lo que juzgase preciso para su remedio; cuya cantidad satisfecha después por el venerable Arzobispo y restituido al propio lugar aquel animal dichoso hechándole la bendición volvió a recobrar los espiritus, y continuó su carrera” (L. Cortés Vázquez, 1989, pp. 144-145 ). Dicho epígrafe cuenta con paralelismos, en lo que relata, con una leyenda que se pone en relación, en Perú, con el Venerable Fr. Gómez (1587-1631); se conoce con el título de “El alacrán de Fray Gómez”, (R. Palma, 1968, pp. 209-201). El cambio fundamental entre ambos relatos consiste en que en el caso, citado en Perú, el del franciscano, la escena se ubica en una celda y el objeto del milagro es un alacrán, en tanto que, en el relato de Méjico, alusivo al prelado, el acontecimiento sucede en el palacio episcopal y es una lagartija quien va a ser convertida en un objeto preciado (Vid. L. Cortés Vázquez, 1989, p. 185; J. M. García Iglesias, 2016, pp. 161-166).

M. Ares Faraldo, 2009: M. Ares Faraldo, “Don Francisco de Aguiar y Seixas”, Anuario Brigantino, 32 (2009), pp. 185-194.

E. Azofra Agustín, J. R. Nieto González, 2002: E. Azofra Agustín, J. R. Nieto González, Inventario artístico de bienes muebles de la Universidad de Salamanca, Salamanca ( Ediciones Universidad de Salamanca), 2002.

M. E. Azofra Agustín, 2003: E. Azofra Agustín, La Casa-Museo Unamuno, Salamanca ( Ediciones Universidad de Salamanca), 2003.

M. Carro Amigo, 1956: M. Carro Amigo, La pintura en la Universidad (Tesis de licenciatura inédita dirigida por R. Otero Túñez), Santiago de Compostela, Universidad de Santiago de Compostela, 1956.

L. Cortés Vázquez, 1989: L. Cortés Vázquez,  La vida estudiantil en la Salamanca clásica, Salamanca (Universidad), 1989

J. Curiel, 1717: J. Curiel, Compendio de los feliz es progresos de la Universidad de Salamanca de… (1717). Salamanca (Ediciones Universidad de Salamanca), 2012, pp. 107-132.

J. M. García Iglesias, 2016: J. M. García Iglesias, Minerva, la Diosa de Compostela. Espacios y obras a relacionar con el saber, Santiago de Compostela  (Andavira Editora- Consorcio de Santiago), 2016.

J. Lezamis, 1738: J. Lezamis, Breve relación de la vida y muerte del Vble e ILmo. Señor Don Franciso de Aguiar y Seijas, Obispo de Mechoacan, y después Arzobispo de México, Valencia (reimpresión, Antonio Bordazar), 1738.

A. López Ferreiro, 1907, A López Ferreiro, Historia de la Santa A. M. Iglesia de Santiago de Compostela, 11 vols., Santiago de Compostela (Imp. y Enc. del Seminario Conciliar Central), IX, 1907.

O. Mazín Gómez, 1996: O. Mazín Gómez, El cabildo catedral de Valladolid de Michoacán, Zamora, Michoacán (El Colegio de Michoacán). 1996.

A. Neira de Mosquera, 1850: A. Neira de Mosquera, Monografías de Santiago: Cuadros históricos.-Episodios políticos.-Tradiciones y leyendas.-Recuerdos monumentales.-Regocijos públicos.-Costumbres populares, Santiago (Imp. de la Viuda de Compañel e Hijos), 1850. Se cita desde la siguiente edición: …Santiago de Compostela (Ara Solis. Consorcio de Santiago), 2000.

M. Ovilo y Otero, 1880: M. Ovilo y Otero, Hijos ilustres de la Universidad de Santiago, Santiago (Imp. de la Gaceta de Galicia), 1880.

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Ficha técnica

Número de referencia: IBC0000178
Autoría: Mariano Caro
Título: Francisco de Aguiar Seijas y Ulloa
Temas: 
Retrato
Masculino
Datos: 1820
Técnicas: 
Óleo
Dimensiones: 
Alto: 196 cm Ancho: 124 cm (sin marco) Alto: 216 cm Ancho: 145 cm. Ancho: 10 cm (con marco)
Materiales: 
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