Guitarra

Maruja Mallo
MIriam Elena Cortés López

Dibujo de Maruja Mallo que representa una guitarra. Firmado y datado a. s. d.: " M Mallo - 40"

Tal y como queda reflejado sobre el papel, Maruja Mallo (1902-1995) dibuja Guitarra, en el año 1940. La obra, a primera vista, acusa la influencia de Picasso, al menos en cuanto a temática se refiere. Apenas existe una referencia espacial, más allá de una simple línea de fondo perfilada sobre el papel en blanco. La referencia cubista se puede ver en la fragmentación o creación de varios perfiles del objeto, aunque de manera contenida, ya que el instrumento se identifica claramente. La descripción de volúmenes y perfiles se sugiere con el juego del grafito sobre el blanco. De hecho, es el color negro el que se encarga de crear la imagen y todo lo que la rodea. La obra recuerda a las caricaturas y dibujos de otros artistas como Castelao o Seoane. Finalmente, cabe matizar que la obra podría ser tanto un ejercicio de dibujo, como una prueba preparatoria para un trabajo de mayores dimensiones.

Ana María Gómez González, conocida como Maruja Mallo, reúne en su figura tres aspectos interesantes. Es la artista gallega que suscitó desde hace años un interés sobresaliente en el desarrollo de las vanguardias. Los inicios de su carrera comienzan en Madrid, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde tuvo como profesores a los más sobresalientes artistas del momento, entre ellos a Julio Romero de Torres. En esos años, en el contexto de la Residencia de Estudiantes, se relaciona con personajes como García Lorca, Buñuel, Neruda, Miguel Hernández, Dalí, Alberti o Benjamín Palencia, entre tantos otros, ganándose su afecto y amistad. Este acontecimiento resulta especialmente llamativo, entendiendo que Maruja era una mujer entre tantos hombres. Maruja debía de ser una persona especial, pues ya se había ganado la confianza de Ortega y Gasset, al elaborar y presentar varias de sus ilustraciones para la Revista de Occidente. Este será el comienzo de más colaboraciones con otras revistas.

La actividad de esta mujer se percibe no solo en lo que se refiere a su vida social, sino que pronto viajará becada a París, donde entra en contacto directo con las nuevas corrientes artísticas, que definitivamente influirán en su obra. En estos años de gobierno republicano, comienza a trabajar como profesora en la Escuela de Cerámica y en la Residencia de Estudiantes. Sus viajes y exposiciones se suceden, destacando la de Arte Contemporáneo Español, en París.

El conflicto bélico que frenó, entre otras cosas, el desarrollo de las artes en España propició que Maruja viajara a América, estableciéndose, al igual que otros compatriotas gallegos, en Buenos Aires. Allí continuará su actividad y conocerá entre otros a Gómez de la Serna, autor de la primera monografía de su obra, lo que en cierto sentido revela la fama que estaba teniendo esta mujer. En estos tiempos expone y pronuncia conferencias en países donde la comunidad gallega ya había asentado raíces, como consecuencia del fenómeno migratorio.

Pronto conocerá la obra de André Breton, hecho fundamental en la elaboración de sus obras, donde se pone de manifiesto la preferencia hacia los códigos surrealistas. Si a la capacidad de crear imágenes y narrar historias se puede unir la imaginación de la artista, el resultado es una obra que fue alabada internacionalmente y que la mitificó como artista mujer. Son numerosos los museos que tienen obra de ella. De hecho, en tanto que no se produce su regreso, durante los años del franquismo, su trabajo se expone en España.

Maruja Mallo presenta diferentes mundos, maneras y realidades. Es esa actitud camaleónica la que actúa en sus obras, producto de sus inquietudes, de su manera de vivir y de estar abierta al conocimiento constante, del diálogo, de la lectura y de su capacidad para interrelacionar los conceptos. En su pintura se aprecia la base académica en la que se formó, pero esta se diluye en medio de otra serie de recursos en los que se aprecia la influencia, en ocasiones, de Ernst y Dalí. Su amistad con Diego Rivera no pasará desapercibida en lo relativo a la idea de arte mural. Como sucede con el arte de los grandes maestros de la pintura, la huella de Maruja Mallo está presente en todas sus obras.

X. R. Barreiro Fernández y B. López Morán, 2016: X. R. Barreiro Fernández y B. López Morán, Maruja Mallo, una memoria en construcción: series y obras desconocidas de la etapa americana, Vigo, Mar Maior, 2016.

X. A. Castro Fernández, 1993: X. A. Castro Fernández, “Maruja Mallo”, en F. Rodríguez Iglesias (ed.): Galicia. Arte. Arte Contemporáneo I, vol. XVI, A Coruña, Hércules, 1993, pp. 60-63.

M. O. Carnero Vázquez et al., 1995: M. O. Carnero Vázquez et al., Maruja Mallo, la gran ignorada en Galicia, Lugo, Diputación Provincial, 1995.

E. de Diego Otero, 2008: E. de Diego Otero, Maruja Mallo, Madrid, Fundación Mapfre, 2008.

J. L. Ferris, 2004: J. L. Ferris, Maruja Mallo: la gran transgresora del 27, Madrid, Temas de Hoy, 2004.

C. Gándara, 1978: C. Gándara, Maruja Mallo, Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia, 1978.

A. Gómez Conde et al., 2021: A. Gómez Conde et al., Maruja Mallo: Catálogo razonado de óleos, Madrid, Fundación Azcona, 2021.

R. Gómez de la Serna, 1942: R. Gómez de la Serna, Maruja Mallo, Buenos Aires, Editorial Losada, 1942.

F. Huici March y J. Pérez de Ayada, 2009: F. Huici March y J. Pérez de Ayada (eds.), Maruja Mallo, Madrid, Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, 2009.

M. Mallo, 1939: M. Mallo, Lo popular en la plástica a través de mi obra, Buenos Aires, Editorial Losada, 1939.

S. Mangini González, 2012: S. Mangini González, Maruja Mallo y la vanguardia española, Barcelona, Circe, 2012.

VV. AA., 1993: Maruja Mallo, Santiago de Compostela.

Ficha técnica

Número de referencia: IBC0000607
Autoría: Maruja Mallo
Título: Guitarra
Temas: 
Naturaleza muerta
Datos: 1940
Técnicas: 
Dibujo
Dimensiones: 
Alto: 29,5 cm Ancho: 23 cm Alto: 43,5 cm Ancho: 37,5 cm Fondo: 5 cm
Materiales: 
Papel