La vida es una avalancha a la que nos sometemos

Deflet Kappeler
Laura Carballido Méndez

La vida es una avalancha que nos sometemos es una obra que refleja como desde sus comienzos, se ve influenciado notablemente por la oscuridad que trae consigo la guerra y que le afectó personalmente como refugiado durante la Segunda Guerra Mundial. El contraste intenso entre la penumbra del color negro y de la luminosidad de la vida en amarillo tipifican este sentimiento agónico de la vida del autor. El abstractísimo y las texturas de la pintura se mezclan con una figura difusa semejante a un cuerpo a través de finas líneas y finales abiertos simbolizando lo frágil que es el humano ante la vida.

Deflet Kappeler, pintor, arquitecto y catedrático alemán nacido en el año 1938 y afianzado desde el año 2004 en Muxía. Su obra se define dentro del expresionismo abstracto pero, para encontrar su propio lenguaje, realiza una gran evolución en el estudio de la técnica y de la temática existencial presente en toda su carrera.

Kappeler comienza su trayectoria artística con la pintura mural en espacios públicos donde pretende visibilizar los problemas sociales y políticos del momento. Para eso, emplea elementos Pop como los colores propios de la publicidad. Su pintura consigue impactar por el gran formato, los colores y la experimentación en los diferentes modos de expresión. En estas piezas ya destaca el carácter fragmentario de las formas enfrentándose a la condición estática de la obra pictórica y a la estabilidad del presente.

La pobreza, la guerra y la lucha psicológica son líneas temáticas presentes en toda su evolución. Desde los rostros desfigurados y el frenesí de los colores, el autor trabaja en una reflexión política e íntima donde el lenguaje abstracto desarrolla un estilo único.

A partir de 1991, en un contexto marcado por la Guerra del Golfo, Kappeler comienza a aumentar su número de obras. En ellas, las formas corporales atormentadas encarnan el dominio de la muerte, de la decadencia y de la melancolía mezcladas con la rabia y la rebeldía desafiante.

En 1994, Kappeler se traslada a Barcelona después de su exposición itinerante en la Galería Gaspar con sus trabajos más recientes. Decide mudarse a la ciudad donde se centra en los esbozo y dibujos en placas de zinc.

En el año 2004 se muda a Muxía - Costa da Morte, estableciendo allí su residencia. Admite que no se encuentra como un extraño, sino en un lugar donde solo cambia la lengua. En 2007, lleva a Potsdam (Alemania) una exposición en la que se centra en una percepción artística sobre la costa gallega, en la que el paisaje es una fuerza poderosa para la vida y para la muerte. Esta reunión temática, entre el entorno y el existencialismo, terminará de transformar su carrera artística.

Ficha técnica

Número de referencia: IBCOOO1182
Autoría: Deflet Kappeler
Título: La vida es una avalancha a la que nos sometemos
Datos: 2006
Técnicas: 
Mixta
Dimensiones: 
Alto: 170 cm  Ancho: 188 cm 
Materiales: 
Madera
Localización: Facultad de Biología