Los fascistas
Grabado perteneciente a la serie "Imagen Surreal de Galicia", editada en 1977. Con ellos pretendía contar su personal historia de Galicia, reconstruyendo imágenes que iban desde los Oestrynnios, los Milesios, el Medulio, y la Edad Media hasta la Edad Contemporánea. En ella emplea un lenguaje personal en el que mezcla ecos surrealistas, picassianos y goyescos. Artista comprometido políticamente, emplea el arte como un arma reivindicativo en el que Quessada se opone a la guerra, al holocausto, a la tortura; así vemos a un hombre atado de manos y a una mujer que yergue la cabeza y levanta los brazos en señal de denuncia, que denota la influencia de Picasso al igual que el minotauro que es el alter ego del pintor malagueño. Se completa el cuadro con otra serie de seres fántásticos producto de la imaginación de Quessada. El espacio está perfectamente creado, en base a un rigor geométrico creado por las líneas de profundidad que convergen en el fondo, en el cual aparecen dos puertas.