Los mártires de Carral
Grabado perteneciente a la serie "Imagen Surreal de Galicia", editada en 1977. Con ellos pretendía contar su personal historia de Galicia, reconstruyendo imágenes que iban desde los Oestrynnios, los Milesios, el Medulio y la Edad Media hasta la Edad Contemporánea. En ella emplea un lenguaje personal en el que mezcla ecos surrealistas, picassianos y goyescos. En este caso, el tema que se representa es el fusilamiento de los mártires de Carral, acontecimiento que se produjo en 1846 a consecuencia del alzamiento del coronel Solís y los militares que lo acompañaron en el levantamiento contra el presidente Narváez con el motivo de reivindicar la libertad regional de Galicia. Así encontramos en el grabado una escena de lapidación en la que vemos a un hombre atado a una cruz; además, una niña en el primer término que aparece inmóvil, frente al movimiento del resto de la acción, portando una vela encendida en señal de esperanza frente a la tragedia, al igual que en el Guernica. El resto de las imágenes remiten también a la influencia de Picasso: el minotauro, símbolo del alter ego picassiano, la cabeza de la mujer en la parte superior que está tocando la flauta, o el gesto de dolor de la otra mujer que parece pedir fin a la masacre. Todas las figuras se sitúan ordenadamente en el espacio trazado geométricamente por medio de un suelo ajedrezado.