Paisaje con cazadores
El paisaje flamenco se desarrolla como género independiente en la segunda mitad del siglo XVI, consiguiendo su máximo apogeo en el Barroco. De este período es esta obra, una escena de cacería que se convierte en un tema secundario ante la representación del paisaje en el que se desarrolla. La escena principal, como es habitual en este tipo de cuadros, queda emplazada a un lateral del cuadro, en este caso el derecho; en el primer término, los cazadores cargando sus armas y los perros y, en el segundo término, cazadores a caballo y al fondo las montañas y el cielo encajado en la parte izquierda de la obra que contrasta con la frondosa vegetación de la derecha. La graduación lumínica que se establece entre el primer término más oscuro y el fondo con el claro de luz, contribuye a crear la sensación atmosférica y a aumentar la amplitud espacial. Finalmente, destaca la paleta cromática, rica en platas, verdes y tierras.