Recipiente de mate

Autoría descoñecida
Ana Pérez Varela

Mate con bombilla. Donación de doña Elvira Ares y Parga (Ferrol) hacia finales del siglo XIX (1880-1890), para el Gabinete de Curiosidades de la Universidad, creado en 1841. En este caso, el recipiente es tradicional, hecho de calabaza en el que se talla la decoración externa, aunque es particular en su forma con asa de calabaza. La bombilla, la boca y el pie del recipiente están hechas en plata.

Este mate, una de las piezas conservadas del Gabinete, presenta una forma que responde a la llamada de galleta, aplicada a los mates esféricos o de esfera achatada, con o sin asa -en este caso la lleva-, y que se distinguen de los alargados u ovoides, denominados poros. La calabaza se ha tallado minuciosamente con grecas vegetales, mientras que las aplicaciones de plata se han repujado con ramas de grandes hojas que se entrelazan y cruzan. Las patas curvas terminan en cabezas de bestias semejantes a peces, y el asa remata en una pequeña figura de un gallo. La bombilla presenta un fuste o cuello helicoidal en sus tercios superior e intermedio, mientras que el final es liso y termina en la parte ensanchada con perforaciones empleadas como filtro para contener las hojas. La boquilla o pico, así como pequeños anillos vegetales intermedios o algún motivo decorativo del propio mate -varias hojas y un corazón-, están sobredorados, contrastando con la plata en su color.

El mate -del vocablo quechua mati, calabaza- es el recipiente tradicional en el que se toma la bebida homónima propia de América del Sur. Se emplea a modo de vaso, vertiéndose en el mismo el agua hirviendo con las hojas de la infusión, que se sorbe a través de una bombilla o pajita. Ambas partes pueden estar realizadas de diversos materiales, siendo los más habituales la madera, el metal, el vidrio o la cerámica, y especialmente la calabaza que le da nombre, como en este caso, que se vacía y sirve para formar el propio recipiente. Del mismo modo, se pueden emplear otros materiales con forma natural de cuenco, tradicionalmente utilizados por las culturas precolombinas, tales como pomelos vaciados o cuernos de animal. Lo habitual es guarnecer ese vaso con un aparato decorativo que suele incluir uno o varios anillos -sobre todo superior e inferior, para hacer la calabaza más resistente-, asas y patas. Esas partes son habitualmente metálicas, siendo los más comunes de plata de baja ley o alpaca. Estos metales también se empleaban para la bombilla y, ocasionalmente, un platito o salvilla.

Esta pieza fue donada entre 1880 y 1890 por Elvira Ares y Parga, una dama ferrolana que también regaló en el mismo lote un huevo de ñandú adornado con borlas de seda (A. Bugallo Rodríguez, 1995, p. 160). Esta donación responde a aquellas que fueron llegando a lo largo de la segunda mitad del XIX expresamente dirigidas al Gabinete de Curiosidades, y que consistían en objetos directamente relacionados con la emigración gallega a América del Sur. El mate, uno de los objetos más representativos de la cultura de aquellas tierras -Argentina, Uruguay, Chile, etc.-, cumple el gusto de este tipo de gabinetes por los objetos exóticos que atienden a un uso particular y que muestran las costumbres y tradiciones de pueblos y culturas lejanas, a la vez que incorpora el interés de estas colecciones por los materiales exóticos y suntuosos, especialmente en combinación.

A. Bugallo Rodríguez, 1995: A. Bugallo Rodríguez, “O gabinete de curiosidades”, en J. M. García Iglesias (dir.), Gallaecia Fvlget (1495-1995). Cinco Séculos de Historia Universitaria, Santiago de Compostela, Universidad de Santiago de Compostela, p. 160.

Ficha técnica

Número de referencia: IBC0000168
Autoría: Autoría descoñecida
Título: Recipiente de mate
Temas: 
Decoración vegetal
Datos: 1880 - 1890
Técnicas: 
Orfebrería
Talla
Dimensiones: 
Mate Alto: 13 cm Ancho: 7,5 cm Ancho: 9,5 cm Bombilla Alto: 22 cm
Materiales: 
Oro
Plata
Otros