Requiem

Xosé Miguel Tomé
José Manuel García Iglesias

En esta gran pintura mural, Tomé desarrolla un friso de figuras anónimas, apenas pergeñadas. Bajo un lenguaje neoexpresionista, tan característico no sólo en las obras del autor, sino también propia del arte de la década de los 80, es la que a Tomé le sirve para crear una obra en la que impera una sensación de inquietud y angustia. Apenas hay concesión a la anécdota; los protagonistas únicamente son las figuras -de rotundos volúmenes perfilados de trazos negros- y el color, la pincelada enérgica y expresiva que emplea.

Antes de realizar este mural, la obra de Tomé discurrió desde una neofiguración expresionista (1971-1979), al preciosismo y, a partir de aquí, hasta lo que se denominó una “abstracción redonda” (1979-1992). Es aquí, por 1987, donde cabe encuadrar ese mural, pintado sobre lienzo, dispuesto ante la entrada del aula B de la Facultad de Económicas y Empresariales de la USC. El pintor parece reflejar en sus formas, evocadoras de lo humano y apretadas en el espacio, una reflexión plástica sobre lo que es el sufrimiento humano; en una posición ideológica que en la pintura tiene páginas brillantes en el Goya de la Quinta del Sordo y, por supuesto, en el Picasso creador del Guernica. También aquí, en la obra de Tomé, parece palparse el dolor y la derrota que abate al género.

Nació en Benavente en 1942. Llegó a Santiago en 1962 para estudiar Medicina pero la vocación lo llevó a la práctica del arte. Tuvo una relación muy especial con la Facultad de Económicas y Empresariales y, en esta ciudad, que terminó siendo la suya, tuvo muchos y buenos amigos; murió en el año 2005 (C. García Martínez, 2007: 29-32).

Su trayectoria se podría dividir de diferentes formas (Vid. F, López Silvestre, 2007: 35-44). Se señalaron, por ejemplo, en la misma hasta cuatro etapas diferentes: la primera se caracterizó por estar totalmente influenciado por la estética de la neofiguración expresionista matizada por la materia; la segunda, a comienzos de 1980, por utilizar una paleta de colores muy amplia; la tercera, que abarcaría la segunda mitad de la década de los ochenta, por ser pura abstracción; y finalmente, la cuarta etapa a partir de los años noventa, por la influencia del informalismo en su obra, interesándose por la abstracción y el contraste de los materiales. También su obra, como antes se decía, estuvo influenciada por la estética de Laxeiro e incluso por las pinturas de Bacon y de Goya. En cualquier caso, el contexto artístico compostelano de su tiempo debe tenerse en cuenta para valorar su quehacer (J. M. García Iglesias, 1993: 22-33). Cuenta, en todo caso, con una importante obra (X. R. Fandiño, 2007: 233-238) que dejó una huella, en lo bibliográfico, a tener en cuenta (C. Rodríguez Cordeiro, 2007: 239-240).

No se puede, pues, hablar propiamente de abstracción en su obra porque de lo que se trata, parece ser, es de representar el espíritu del humano a través de formas, neoxpresionistas, que denotan y generan el sentimiento de la angustia.

Esa abstracción redonda hecha humanidad tiene presencia ya en esta colección universitaria en 1982 y se mantiene en su quehacer en los años siguientes. Después, a partir de 1993, volverá al informalismo. Es, pues, este mural una obra que cabe considerar, entre las del período y estilo al que corresponde, como una aportación llena de madurez, en la que X. M. Tomé, consciente del privilegiado lugar que, desde el decanato de la Facultad se le otorga para situar su pintura, quiere dar lo mejor de sí mismo. Próximo a otros pintores compostelanos del momento -especialmente a Pardiñas y a Xulio Maside- también aproxima su mirada a otros artistas ya gallegos -el propio Laxeiro-, ya internacionales siendo Francis Bacon, en este sentido, la principal referencia a tener en cuenta.

Creó las figuras a partir de una pincelada enérgica y desdibujada que hace que apenas se puedan diferenciar sus rostros. El único elemento que utilizó para separar y perfilar cada silueta fue un expresivo trazo negro, lo cual está próximo de la abstracción del Expresionismo, y que contrasta con los tonos grisáceos y rojizos.

X. R. Fandiño, 2007: “X. M. Tomé. Crónica dunha vida artística”, en (catálogo de exposición) X. M. Tomé. Antolóxica, Santiago de Compostela (Universidade de Santiago), 2007, pp. 233-238.

J. M. García Iglesias, 1993: J. M. García Iglesias, “Dez artistas na Compostela de fin de século”, en (catálogo de exposición) Dez visións da arte compostelá, Santiago de Compostela (Consorcio de Santiago), pp. 22-23.

J. M. García Iglesias, 2002: J. M. García Iglesias, “Historia e Arte na “Casa Grande do Pozo””, en (catálogo de exposición), Historia e Arte na “Casa Grande do Pozo”, Santiago de Compostela (Fundación Caixa Galicia), pp. 64-65.

C. García Martínez, 2007: C. García Martínez, “X. M. Tomé, pintor e alén amigo””, en (catálogo de exposición) X. M. Tomé. Antolóxica, Santiago de Compostela (Universidade de Santiago), 2007, pp. 29-32.

F. López Silvestre, 2007: F. López Silvestre, “X. M. Tomé, angustia da arte moura”, en (catálogo de exposición) X. M. Tomé. Antolóxica, Santiago de Compostela (Universidade de Santiago), 2007, pp.35-44.

J.M. Monterroso Montero, 2002: J. M.- Monterroso Montero, “X.M. Tomé (Benavente, Zamora, 1942” en (catálogo de exposición) Historia e Arte na “Casa Grande do Pozo”. Santiago de Compostela (Fundación Caixa Galicia), 2002, pp. 152-153.

C. Rodríguez Cordeiro, 2007: C. Rodríguez Cordeiro, “Referencias nos xornais e bibliografía de X. M. Tomé”, en (catálogo de exposición) X. M. Tomé. Antolóxica, Santiago de Compostela (Universidade de Santiago), 2007, pp. 239-240.

Ficha técnica

Número de referencia: IBC0000678
Autoría: Xosé Miguel Tomé
Título: Requiem
Temas: 
Figuras
Datos: 1987
Técnicas: 
Óleo
Dimensiones: 
Alto: 200 cm Ancho: 360 cm
Materiales: 
Pared