Roma - Figura en el estanque

Esta obra de Arturo Souto Feijoo (1902-1964) presenta un paisaje que integra la naturaleza como plano último, la arquitectura en un plano intermedio y la escultura en primer término. Como su propio título refleja, se trata de la representación de una escultura, probablemente una alegoría de la ciudad de Roma que se presenta como una mujer. En este contexto se puede entender que se encuentra en un pórtico que rodea un estanque o fuente que recuerda la tradición clásica italiana.

La manera de componer los espacios revela la influencia académica en la que se forma el artista; aplicación de los tres ejes que crean la profundidad. Sin embargo, el artista da un paso más y comienza a diluir las figuras, empleando recursos sintéticos propios de las Vanguardias Históricas. Al igual que sucede con el Cubismo, se minimizan los detalles, apenas se ofrecen datos concretos que aporten pistas sobre la identidad de la figura. No hay rasgos personales, solo se sugiere la idea. Lo mismo sucede con el espacio en el que se ubica la acción, una fuente, pero indeterminada.

En cuanto al empleo de los colores, por la manera en la que se hace, se puede distinguir la influencia de la corriente fauvista en el uso de colores anacrónicos, rojos, amarillos y azules. En la manera en la que se aplica la mancha de color, hay un recuerdo a la tradición impresionista, en tanto que el uso de la línea negra apunta a una conexión con la técnica expresionista.

Hablar de Arturo Souto invita a recordar las escenas de fiestas en el París nocturno, las salas de cabaré, bailarinas o prostíbulos. Pero esta obra forma parte de una etapa anterior, la republicana que coincide con el momento en que es premiado y pensionado por la Academia de San Fernando en la Academia Española en Roma. Este momento supone un giro en la obra del pintor, porque no solo cambia su manera de entender lo que la pintura puede contar, sino las diferentes maneras que existen para expresarlo. Influido por las nuevas corrientes europeas, esta obra coincide con el momento en el que conoce la de Giorgio de Chirico.

El óleo fue adquirido en la Galería Citania, para la colección de la Universidad, en 1981.

Arturo Souto forma parte de una serie de artistas con proyección internacional. Se formó entre Sevilla y Madrid, y estuvo becado en París, donde entró en contacto con las corrientes artísticas más avanzadas del momento. Seguramente esta estancia justifica parte de las temáticas que desarrolla en su obra y supuso una renovación para la práctica pictórica gallega de preguerra.

Trabajó para el gobierno republicano español en la elaboración de material propagandístico. Junto con Picasso, forma parte del grupo con representación en el Pabellón Español de la Exposición Universal de París, en 1937, en el momento del lanzamiento de su carrera como artista al servicio de la República. Son años complicados por el conflicto bélico español y su desenlace, lo que provoca su exilio en América, estableciéndose definitivamente en México hasta su muerte.

Como sucedió con otros artistas y escritores contemporáneos, el conflicto bélico fue un motivo de interpretación en su obra, que presentó en varias exposiciones fuera de la Península. Revolucionario en cuanto a las formas y a la manera en la que emplea el color, siempre con cierta inclinación hacia la estética del Expresionismo, y con el recuerdo de la obra de Goya de fondo, se mantuvo dentro de la Figuración. Sus temáticas también enseñan cambios, de manera que si bien su repertorio y el estudio de tipos iconográficos y de recursos formales se afianzan durante sus trabajos para la República, se puede decir que sus escenas de taberna y cabaré, la vida nocturna, los lupanares…, situaciones con las que se pudo familiarizar durante su época en la Ciudad de las Luces, son características de su hacer. Un repaso por su obra permitirá apreciar la importancia que el artista ha dado a la figura femenina. Además, el valor y la función que tiene el color en estas pinturas, así como una cierta tendencia a facetar las figuras, delata la influencia de los movimientos Fauvista y Cubista.

En la actualidad, junto con Maruja Mallo o Eugenio Granell, Arturo Souto es uno de los artistas gallegos más representativos del Arte de Preguerra. Al igual que la de sus compañeros, su obra está altamente demandada, siendo uno de los artistas gallegos, junto con Lugrís, Colmeiro o Maside, cuyos trabajos adquieren mayor precio en los mercados de Arte.

A. Castro et al., 2011: A. Castro et al., “Arturo Souto”, Galegos, nº. 13, (2011).

X. A. Castro Fernández, 1993: X. A. Castro Fernández, “Arturo Souto”, en F. Rodríguez Iglesias (ed.), Galicia. Arte. Arte Contemporáneo I, vol. XVI, A Coruña, Hércules, 1993, pp. 46-48.

P. Porta Martínez, 2002: P. Porta Martínez, Arturo Souto, Vigo, Promocións Culturais Galegas, 2002.

M. L. Sobrino Manzanares, 1984: M. L. Sobrino Manzanares, Arturo Souto: Exposición antológica: VI Bienal Internacional de Arte 84, Pontevedra, Diputación Provincial, 1984.

A. Souto Alabarce et al., 1996: A. Souto Alabarce et al., Arturo Souto: 1937-1964: óleos y dibujos, A Coruña, Fundación Caixa Galicia, 1996.

X. C. Valle Pérez, 1997: X. C. Valle Pérez (coord.), Arturo Souto: (1902-1964). Catálogo da exposición, A Coruña, Fundación Pedro Barrié de la Maza, 1997.

VV. AA., 1988: Arturo Souto. Exposición Antolóxica, Vigo, Caixavigo, 1988.