Vítor de Antonio Casares Rodríguez

Manuel Rodríguez
José Manuel García Iglesias

Es obra de Manuel Rodríguez, a datar en 1889. Lo preside una Minerva sedente que está imponiendo una corona a un marmóreo busto clásico que nos muestra a Antonio Casares (1812-1888). Ante dicho soporte está el escudo de la Universidad. Diverso instrumental alude a su quehacer como químico y farmacéutico, así como en relación con la medicina. También, ante la masa nebulosa sobre la que se asienta la diosa Minerva, puede verse un birrete azul -alusivo a sus estudios de Filosofía-. Todo lo que está a la derecha de Minerva representa la Universidad de Compostela. Se muestra también una representación de la Historia y un epígrafe.

Según lo que se dice en la prensa del momento:

“Se colocó en los claustros de la Universidad encima de la puerta de la capilla, un vítor dedicado al Sr. D. Antonio Casares, cuyo trabajo es original así como la composición y dibujo del escultor anatómico de la escuela de Medicina Sr. D. Manuel Rodríguez a quién doy nuestra enhorabuena porque excesivamente lo honra la esmerada ejecución de aquél. Representa en la lejanía la cumbre del Parnaso, en cuya cumbre se ve el templo de la Gloria. En el centro del cuadro Minerva, coronando el busto del Sr. Casares que está colocado sobre un pedestal, que tiene los atributos de la Química, Farmacia y Medicina: a la izquierda de la diosa una joven representa la Historia apoyando un libro sobre las alas del tiempo a quién transmite las glorias del sabio químico. En el otro extremo se ven los dos genios, uno que representa la Química General, obra del Sr. Casares, traducida al francés, y otro la presenta en español; más abajo perfectamente imitado el escudo de la Universidad y al lado entrelazado con un laurel, pintó el Sr. Rodríguez el diploma de socio honorario de la Academia de Ciencias de Bruselas, así como el Naket y el Sobeiran obra aquella por donde el docto profesor estudió y ésta que tradujo al español.

La armonía que reina en el cuadro, y la igualdad, hacen acreditar al Sr. Rodríguez a las más justas alabanzas….

El cuadro en cuestión será colocado encima de la puerta de la Cátedra de Química donde el Sr. Casares, llevó trabajando tantos años….” (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, 1889).

Todo parece indicar que, de un modo transitorio, se colocó “encima de la puerta de la capilla” -el sitio ocupado, antes y después, por el de Toribio de Mogrovejo-. Quizás se hiciera así con motivo de presentarlo en relación con alguna ceremonia concreta, posiblemente unas exequias, pero pensando siempre, en que su lugar definitivo iba a ser sobre la puerta de la Cátedra de Química. Una amplia cartela dice: “Dn Antonio Casares/ Socio Numerario de/ la Academia de cien/cias de Bruselas”. Todo aquello que está a la derecha de Minerva representa a la Universidad de Compostela y, de forma particular, a uno de sus más ilustres hijos. Y, en cierta manera, la idea mostrada enlaza con la representación de la misma diosa, entonces aún asentada sobre la fachada universitaria, acompañada de figuras de genios representativos de la Química con libros y diferente instrumental de carácter científico.

Una representación de la Historia, como ángel alado y coronado con laurel, tiene ante sí un libro abierto en el que va a escribir con la pluma que lleva en su diestra al contemplar la gloria de Casares. Se apoya el citado libro en las espaldas de Saturno, el dios del tiempo, un anciano que porta la guadaña y el reloj de arena. Estamos ante una asociación -tiempo e historia- que suele disponerse conjuntamente (R. M. Cacheda Barreiro, 2007, pp. 88-90).

Se completa la representación con el siguiente epígrafe: AL EMINENTE QUÍMICO/ EXCMO Y YLLMO SEÑOR D ANTONIO CASARES Y RODRÍGUEZ, NATURAL DE/ MONFORTE DE LEMOS, CATEDRÁTICO Y RECTOR DE ESTA UNIVERSIDAD, / EX DIRECTOR DE LA SOCIEDAD ECONÓMICA, PROPAGADOR INFATIGABLE/ DE SUS CONOCIMIENTOS ENTRE LAS CLASES TRABAJADORAS.

Como puede verse, la redacción del texto no concuerda con lo habitual; en este caso se cita el lugar de nacimiento y se hace especial énfasis no sólo en su relación con la Sociedad Económica, sino también sobre las labores de ésta. Este vítor se hizo poco después de su fallecimiento. Guarda una cierta concordancia con la importancia que se le otorga por parte de Augusto Milón, entonces secretario general de la Universidad, que deja escrita en 1890 una amplia y sentida nota esquela en las correspondientes páginas del Anuario (Vid. A. Milón y Reales, 1890). Quizás el propio Milón tenga que ver con el discurso iconográfico realizado y, particularmente, con la redacción de la leyenda correspondiente (Vid. A. Milón y Reales, 1890; A. Milón y Reales, 1890; L. Máiz Eleizegui, pp. 20-21; X. A. Fraga Vázquez, A. Mato Domínguez, 1993, pp. 69-71; M. R. Bermejo Patiño, R. Cid Manzano, 2012; J. M. García Iglesias, 2016, pp. 288-290).

Ya desde los primeros tiempos de la puesta en marcha del colegio de Fonseca se debió de honrar a personajes de relieve que tuvieron relación con él mediante un vítor; aún se conservan en la fachada principal, hacia el lado sur, restos de uno antiguo del que puede verse en caracteres de gran formato parte de un nombre.

Se hace de tal modo mención a alguien concreto a quien se quiere reconocer, ya que esa es la finalidad de las aclamaciones, siguiéndose en este sentido por el modo de pintar los caracteres en rojo, formas semejantes a las utilizadas entre otras instituciones por la Universidad de Salamanca, en la que esta costumbre va a tener una honda y perseverante tradición.

Pero la factura de vítores se iba a plasmar a partir del primer tercio del siglo XIX en obras pictóricas en las que se conjugan el reconocimiento a un determinado personaje a través de una imagen, de cariz alegórico, y una leyenda con el testimonio de sus méritos personales. Se conservan tres entre los que guardó el Colegio de Santiago Alfeo, o “Mayor de Fonseca”: los de Benito Ramón Hermida, Manuel Pardo Ribadeneira y Jacobo María de Parga y Puga, citados por orden de antigüedad.

M. R. Bermejo Patiño, R. Cid Manzano, 2012: M. R. Bermejo Patiño, R. Cid Manzano, (Antonio Casares), Boletín das Ciencias, XXV, 75 (2012).

R. M. Cacheda Barreiro, 2007: R. M. Cacheda Barreiro, “ O Vítor como soporte iconográfico. Heráldica, alegoría e retrato”, en (Catálogo de Exposición) Sigillum. Memoria e identidade da Universidade de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela (Universidade de Santiago de Compostela), 2007, pp.87-98.

X. A. Fraga Vázquez, A. Mato Domínguez, 1993: , X. A. Fraga Vázquez, A. Mato Domínguez (coord.), Diccionario Histórico das Ciencias e das técnicas de Galícia. Autores, 1868-1936, Sada- A Coruña (Ediciós do Castro),1993.

J. M. García Iglesias, 2016: J. M. García Iglesias, Minerva, la Diosa de Compostela. Espacios y obras a relacionar con el saber, Santiago de Compostela (Andavira Editora- Consorcio de Santiago), 2016, pp. 223-226.

L. Máiz Eleizegui, 1952: L. Máiz Eleizegui, Estudio biobibliográfico del doctor don Antonio Casares y Rodríguez : catedrático de Química General de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Santiago y organizador y primer Decano de la Facultad de Farmacia de la misma Universidad, Madrid (Real Academia de Farmacia), 1952.

L. Máiz Eleizegui, 1961: L. Máiz Eleizegui, Historia de la enseñanza de Farmacia en Santiago (cien años de vida de la Facultad) 1857-1957, Santiago de Compostela (Facultad de Farmacia), 1961.

A. Milón y Reales, 1890: A. Milón y Reales, “Al Excmo. Sr. D. Antonio Casares. Rector de esta Universidad” , en Memoria estadística del curso 1888 a 1889 y 1889 á 1890, Santiago (Imprenta de José M. Paredes), a1890, 4 pp.

Ficha técnica

Número de referencia: IBC0000355
Autoría: Manuel Rodríguez
Título: Vítor de Antonio Casares Rodríguez
Temas: 
Conmemorativo
Datos: 1889
Técnicas: 
Mixta
Materiales: 
Madera