Vítor de Joaquín Díaz de Rábago

Autoría descoñecida
José Manuel García Iglesias

El vítor nos muestra, en este caso, una representación de la Justicia, sedente, acompañada de dos ignudi; también puede verse aquí un escudo de la universidad compostelana. Por su estilo cabe encuadrar esta obra hacia 1870-1875, algo impropio si de lo que se trata es de rendir homenaje a Joaquín Díaz de Rábago (1837-1860), personaje al que se alude en el correspondiente epígrafe. Es muy probable que estemos ante un vítor reaprovechado por 1913 y dedicado, inicialmente, a Eugenio Montero Ríos.

Joaquín Díaz de Rábago nació en Muros en 1837 pero su vida está vinculada a Compostela desde los diez años. Aquí estudió las carreras de Derecho y Filosofía y Letras. Se vinculó, desde muy pronto, a la cátedra de Cátedra de Economía Política y Hacienda Pública pero también tuvo tal interés por la lengua y literatura hebraica que le llego a ser encomendada, con carácter interino, la cátedra de Lengua Hebrea siendo secretario de la Facultad de Filosofía y Letras (1860). Además desempeñó, en Santiago, se encuentran los de Director del Banco de España (1860), Delegado Regio de la Escuela de Artes y Oficios (1887), director de la Real Sociedad Económica de Amigos del País (1887-1890).

Entre los temas que abordó destacan sus publicaciones sobre el cooperativismo y el crédito agrícola. Murió en 1898 (Vid. J. Barcia, 1899, pp. I-XVII, A. Couceiro, 1951, p. 355; L. Fernández de la Fuente, 1978; R. García Domínguez, 1998, pp. 119-150: S. Martínez Rodríguez, 2002; S. Martínez Rodríguez, 2005, pp. 585-599; S. Martínez Rodríguez, 2006).

Reaprovecha, como se ha dicho y a nuestro modo de ver, otro anterior, dedicado a Eugenio Montero Ríos, del que toma su parte figurativa disponiéndose ahora, tan solo, un nuevo epígrafe, congruente con el personaje a evocar. Esta reutilización se ha de hacer al dedicar uno, nuevo, a Montero Ríos.

La inscripción que hoy tiene -relativa a Díaz de Rábago- se dispone en un lugar previamente ocupado por otra, tal como puede verse al vislumbrarse restos de letras, semiocultas en las líneas de la leyenda actual.

El modo de identificar a Montero Ríos, en relación con la Justicia, lleva a pensar que debió de ser concebido por 1871 – 1873, dado que, por esos años -final del Sexenio Democrático y buena parte del reinado de Amadeo de Saboya-, ocupó el cargo de Ministro de Gracia y Justicia. En lo relativo a la inscripción que formaba parte del mismo habría de responder a una redacción concordante con ese momento. Ha de ser, por ello, obra de un pintor con taller en la década de los setenta; ¿una vez más, José Garabal Louzao? De ser así el modo de hacer, en este caso, aleja el formato de otros a vincular, también, a este pintor; por ello, en razón del estilo asumido, parece más bien próximo al modo de hacer de Manuel Rodríguez, el autor del vítor de Antonio Casares.

El epígrafe en cuestión dice: AL EXMO. SR. DR. D. JOAQIN DIAZ DE RABAGO ALUM-/NO DE ESTA UNIVERSIDAD Y CATEDRÁTICO AUXI-/LIAR EN ELLA, GRAN CRUZ DE ISABLE LA CATOLI-/ CA, DIRECTOR DE LA SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMI/ GOS DEL PAIS, DIRECTOR DE LA ESCUELA DE AR-/ TES Y OFICIOS, DIRECTOR DE LA SUCURSAL DEL/ BANCO DE ESPAÑA. ESCRITOR Y ECONOMISTA.

Llama la atención lo que se nos dice en esta leyenda, en la que se menciona su labor al frente de la Real Sociedad y se nos muestra al personaje como escritor y economista. Su posicionamiento en las cuestiones de carácter agrario fueron especialmente destacadas y resulta totalmente lógico, por otra parte, que, en un momento como este – hacia 1913-, se decida dedicarle un vítor, a un personaje muerto quince años antes, si tenemos en cuenta el desarrollo del agrarismo en Galicia entre 1907 y 1918 (Vid. X. R. Barreiro, 2007, pp. 11-29). No es cuestión menor, por otra parte, el hecho de que, por estos años, el rector sea Troncoso Pequeño, antiguo director de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, en la que, también, había coincidido con Díaz de Rábago.

Cuenta Joaquín Díaz de Rábago con un retrato en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago. Tras su fallecimiento, en sesión de 10 de octubre de 1898, se acordó “imprimir todas sus obras, poniendo al frente el retrato, la biografía de aquel distinguido escritor y dos estudios críticos de sus citadas obras”; José Rivero de Aguilar, como Secretario, deja constancia de lo dicho (J. Díaz de Rábago, 1899, página preliminar).

Es, en este caso, una fotografía -presente en tales obras completas, a modo de retrato- la que parece seguir Fenollera, a la hora de afrontar este encargo. Este retrato lo presenta llevando, además de la medalla de la Sociedad, la cinta amarilla y blanca y la Gran Cruz que corresponden a la Real Orden de Isabel la Católica (E. Fernández Castiñeiras, J. M. Monterroso, M. Carrascal, 2010 pp. 52-55).

Fue el entonces Director de la Sociedad, Ramiro Rueda Neira, quien propuso que se publicasen (A. Brañas, 1899, p. LXXXII) y es José Barcía Caballero quien firma la biografía con la que se abren estas “Obras Completas” ( J. Barcía, 1899, pp. I-XVII). Los estudios críticos se deben a Alfredo Brañas, que antecede a los textos de Díaz de Rábago (A. Brañas, 1899, pp. I-LXXXIII). La relación de Brañas con la Económica principia con su ingreso en la misma el 21 de abril de 1888 (P. Pedret, 1956, p. 391). Es, en tanto, Cabeza de León quien principia el octavo y último tomo de esta obra (S. Cabeza de León, 1901, pp. V-LIII).

Existe, por otra parte, una variable de este cuadro; se muestra aquí en tres cuartos, mostrándonos al personaje ante una mesa en la que, entre otros objetos, puede verse un volumen de El Crédito Agrícola, obra de referencia suya. Pertenece a la familia y se guarda en A Pobra do Caramiñal, en la Casa Grande de Aguiar (A. Fernández-Cid, 2009, pp. 162-163). En este caso, la medalla de doctor se suma a las distinciones vistas en el retrato de la Económica.

Ya desde los primeros tiempos de la puesta en marcha del colegio de Fonseca se debió de honrar a personajes de relieve que tuvieron relación con él mediante un vítor; aún se conservan en la fachada principal, hacia el lado sur, restos de uno antiguo del que puede verse en caracteres de gran formato parte de un nombre.

Se hace de tal modo mención a alguien concreto a quien se quiere reconocer, ya que esa es la finalidad de las aclamaciones, siguiéndose en este sentido por el modo de pintar los caracteres en rojo, formas semejantes a las utilizadas entre otras instituciones por la Universidad de Salamanca, en la que esta costumbre va a tener una honda y perseverante tradición.

Pero la factura de vítores se iba a plasmar a partir del primer tercio del siglo XIX en obras pictóricas en las que se conjugan el reconocimiento a un determinado personaje a través de una imagen, de cariz alegórico, y una leyenda con el testimonio de sus méritos personales. Se conservan tres entre los que guardó el Colegio de Santiago Alfeo, o “Mayor de Fonseca”: los de Benito Ramón Hermida, Manuel Pardo Ribadeneira y Jacobo María de Parga y Puga, citados por orden de antigüedad.

J. Barcia (1899): J. Barcia Caballero, “Biografía”, en J. Díaz de Rábago, Obras completas, Santiago de Compostela (Sociedade Económica de Amigos do País de Santiago), 1899, t. I, pp. I-XVII.

X. R. Barreiro (2007): X. R. Barreiro Fernández, Historia política da Galícia contemporânea. Volume. 4. O devalar da Restauración. A Ditadura e o tránsito á República, A Coruña (Edición La Voz de Galicia S. A.), 2007.

A. Brañas, 1899: A. Brañas Menéndez, “El Exmo. Señor D. Joaquín Díaz de Rábago y sus obras económicas”, en J. Díaz de Rábago, Obras completas, Santiago de Compostela (Sociedade Económica de Amigos do País de Santiago), 1899, t. I, pp. I- LXXXIII.

S. Cabeza de León, 1901, “Prólogo”, en J. Díaz de Rábago, Obras completas, Santiago de Compostela (Sociedade Económica de Amigos do País de Santiago), 1901, t. VIII, pp. V-LIII

A. Couceiro (1951): A. Couceiro Freijomil, Diccionario Bio-Bibliográfico de escritores. 3 vols. Santiago de Compostela (Bibliófilos Gallegos), t. I, 1951.

J. Díaz de Rábago, 1899, Obras completas, Santiago de Compostela (Sociedade Económica de Amigos do País de Santiago), t. I, 1899

E. Fernández Castiñeiras, J. M. Monterroso, M. Carrascal, 2010: E. Fernández Castiñeiras, J. M. Monterroso Montero, M. Carrascal Aguirre, Real Sociedad Económica de Amigos del País de la ciudad de Santiago. Catálogo dos fondos, Santiago de Compostela (Sociedade Económica de Amigos do País de Santiago), 2010.

L. Fernández de la Fuente (1978): L. Fernández de la Fuente, Un Eminente sociólogo gallego: Joaquín Díaz de Rábago (1837-1898): pionero del cooperativismo en España, Madrid (Escala Gráfica Salesiana), 1978.

A. Fernández-Cid, 2009: A. Fernández-Cid Fenollera, Fenollera. Obra pictórica, Pozuelo de Alarcón (Mirada Malva), 2009.

R. García Domínguez (1998): R. García Dominguez, “Vida de un santo varón: Joaquín Díaz de Rábago, teórico e historiador del cooperativismo”, Cuadernos de estudios gallegos, XLV, 110 (1998), pp. 119-150.

S. Martínez Rodríguez (2002): S. Martínez Rodríguez, O Pensamento feminista do economista compostelán Joaquín Díaz de Rábago (1837-1898), Santiago de Compostela (Concello de Santiago : Universidade de Santiago de Compostela), 2002.

S. Martínez Rodríguez (2005): S. Martínez Rodríguez, “Joaquín Díaz de Rábago: un cooperativista español en la Europa de finales del XIX”, Historia Contemporánea 31 (2005), pp. 585-599.

S. Martínez Rodríguez (2006): S. Martínez Rodríguez, El liberalismo económico y social de Joaquín Díaz de Rábago (1837-1898), A Coruña (Fundación Pedro Barrié de la Maza), 2006.

P. Pedret, 1956, P. Pedret Casado, “Datos para una biografía de Alfredo Brañas”, Boletín de la Real Academia Gallega, XXVII, 309-320 (1956), pp. 388-395.

Ficha técnica

Número de referencia: IBC0000083
Autoría: Autoría descoñecida
Título: Vítor de Joaquín Díaz de Rábago
Temas: 
Conmemorativo
Datos: pintura: ca 1871-1873 epígrafe: ca 1913
Técnicas: 
Óleo
Dimensiones: 
Alto: 156 cm Ancho: 117 cm Ancho: 2,5 cm
Materiales: 
Tabla