Vítor de José Rodríguez Carracido

Fernando Martín Marqués
José Manuel García Iglesias

José Rodríguez Carracido nació en Santiago de Compostela (1856-1928). Se licencia en Farmacia por la Universidad de Santiago (1874) y se doctora en la de Madrid (18 75). Este vítor divide, en este caso, el espacio en tres partes siguiendo, en cierta manera, las pautas marcadas por Tito Vázquez en el que realiza de Montero Ríos en 1913. Va a introducir, como en aquél, su imagen en un medallón. Una segunda parte está protagonizada por las dos figuras sedentes, que se nos muestran con los colores propios de una grisalla, dispuestas de espaldas y partiendo de una misma base. Un epígrafe completa, como tercera parte, el espacio del vítor. A datar en 1916, es obra del pintor Fernando Martín Marqués.

Tras ganar una plaza de farmacéutico militar está en el ejército hasta 1880. En 1881 es catedrático de Química orgánica de la Facultad de Farmacia de Madrid y, a partir de 1898, de Química Biológica del doctorado de Ciencias, Medicina y Farmacia, en la misma Universidad. Su relevancia era tanta que, en 1893, el escultor Sanmartín regala “un medallón que contiene esculpido en medio de relieve” un retrato suyo, reconociéndolo como catedrático de Química de “la Universidad Central” (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, 31,I, 1893). Tras ser Decano de la Facultad de Farmacia será Rector en 1916, cargo que ejerció hasta 1927; como profesor figura, en cambio, hasta 1926.

Fue elegido, en 1887, Académico de la Real Academia de Ciencias Exactas. Físicas Naturales, institución de la que es Presidente en 1922, cargo que ocupó hasta que falleció (L. Máiz Eleizegui, 1961, pp. 172-174; J. M. López Piñero et al., 1983, II, pp. 247-249; M. Bermejo Patiño, 1993 pp. 269-271.; A. Iglesias Díeguez, 1999, p. 32; X. A. Fraga Vázquez, A. Mato Domínguez, 1993, pp.269-271.). Poseía las grandes cruces de Carlos III de Alfonso XII, el collar de Santiago a Espada de Portugal… (A. Couceiro Freijomil. 1953, pp. 206-208).

Su imagen, incluida en un medallón, nos aproxima, en cierto modo, a la forma de representar a los personajes más destacados entre los que tienen una presencia en el nuevo paraninfo, inaugurado en 1905; tanto es así que este medallón, concebido como una corona de laurel, en el que podemos ver a Carracido de perfil, evoca a los allí existentes -como si con este vítor se quisiese ampliar la galería de los nueve allí presentados- y se dispone, también, entre una decoración de claro sabor renacentista.

Una segunda parte está protagonizada por las dos figuras sedentes. Son un hombre y una mujer que, de algún modo, parecen evocar las figuras, en aquel caso acostadas, dispuestas sobre las tumbas de los Medicis, en Florencia; hay, de este modo, una cierta aproximación a lo miguelangelesco y quizás puedan ser interpretadas como alegorías al crepúsculo (el rostro del hombre esta ensombreciéndose) y a la aurora (la mujer, en cambio, parece abrirse a la luz). Sobre ese contexto, de orden temporal, destaca, en el medio, en formas áureas, una pequeña figura que pende del medallón de Carracido; se trata de una representación de la Victoria, portando una corona de laurel, la que se merece, como honra, el personaje del que se trata.

Por lo que se refiere al epígrafe, que completa como tercera parte, el espacio del vítor, dice: AL EXMO. E ILMO. SR. D. JOSÉ RODRIGUEZ CA-/RRACIDO, HIJO DE SANTIAGO, ALUMNO DE ESTA/ UNIVERSIDAD, CATEDRÁTICO DE FARMACIA Y REC-/ TOR DE LA DE MADRID, MIEMBRO DE LAS REALES ACADEMIAS DE CIENCIAS EXACTAS FISICAS Y NA-/ TURALES, DE MEDICINA Y ESPAÑOLA, CONSEJERO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA, SENADOR DEL REINO, CABALLERO GRAN CRUZ DE ALFONSO XII, ECT. ECT.

Dados los méritos aquí señalados el vítor en cuestión ha de encuadrase, cronológicamente, entre 1916, año en el que llega al Rectorado de Madrid, y 1922, momento en el que preside la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, ya que no figura tal honor en esta leyenda.

Sobre su autor, el pintor Fernando Martín Marqués, cabe decir que fue profesor de Dibujo artístico en la Escuela de Artes y Oficios de Santiago desde el curso 1920-1921 al 1929-1930; también, en este último curso, explica historia del arte en este centro de enseñanza (J. Sousa, F. Pereira, 1988, p- 145). Era un artista cercano a Tito Vázquez. Tanto es así que figura a su lado entre los firmantes del Reglamento de la Sociedad “Amigos del Arte de Santiago”, constituida en 1928 (A.Fraguas Fraguas, 1974, p. 6). También tenía relación con Rafael de la Torre Mirón, fundamental en la concreción del programa iconográfico del Paraninfo; con él comparte la ejecución del artesonado de madera de cedro existente en la capilla del Colegio de la Inmaculada, en Santiago; en ella también se remiten al estilo del Renacimiento, al que miran tanto la decoración del Paraninfo como este vítor. Pues bien, esa cercanía entre ambos artistas, contribuye a explicar este vítor como continuador, en cierto modo, y como ya se ha dicho, de la obra del Paraninfo (Vid. J. M. García Iglesias, 2016, pp. 300-302).

Ya desde los primeros tiempos de la puesta en marcha del colegio de Fonseca se debió de honrar a personajes de relieve que tuvieron relación con él mediante un vítor; aún se conservan en la fachada principal, hacia el lado sur, restos de uno antiguo del que puede verse en caracteres de gran formato parte de un nombre.

Se hace de tal modo mención a alguien concreto a quien se quiere reconocer, ya que esa es la finalidad de las aclamaciones, siguiéndose en este sentido por el modo de pintar los caracteres en rojo, formas semejantes a las utilizadas entre otras instituciones por la Universidad de Salamanca, en la que esta costumbre va a tener una honda y perseverante tradición.

Pero la factura de vítores se iba a plasmar a partir del primer tercio del siglo XIX en obras pictóricas en las que se conjugan el reconocimiento a un determinado personaje a través de una imagen, de cariz alegórico, y una leyenda con el testimonio de sus méritos personales. Se conservan tres entre los que guardó el Colegio de Santiago Alfeo, o “Mayor de Fonseca”: los de Benito Ramón Hermida, Manuel Pardo Ribadeneira y Jacobo María de Parga y Puga, citados por orden de antigüedad.

M. Bermejo Patiño, 1993: M. Bermejo Patiño, “Rodríguez Carracido”, en X. A. Fraga Vázquez, A. Mato Domínguez (coord.), Diccionario Histórico das Ciencias e das técnicas de Galícia. Autores, 1868-1936, Sada- A Coruña (Ediciós do Castro), 1993, pp. 269-271.

A. Couceiro Freijomil. 1953: A. Couceiro Freijomil, Diccionario Bio-Bibliográfico de escritores. Santiago de Compostela (Bibliófilos Gallegos),1953, t. 3.

X. A. Fraga Vázquez, A. Mato Domínguez, 1993: , X. A. Fraga Vázquez, A. Mato Domínguez (coord.), Diccionario Histórico das Ciencias e das técnicas de Galícia. Autores, 1868-1936, Sada- A Coruña (Ediciós do Castro),1993.

A.Fraguas Fraguas, 1974: A. Fraguas Fraguas, “La Sociedad “Amigos del Arte”. Apuntes para su historia”, Abrente (1974), pp. 6-61.

J. M. García Iglesias, 2016: J. M. García Iglesias, Minerva, la Diosa de Compostela. Espacios y obras a relacionar con el saber, Santiago de Compostela (Andavira Editora- Consorcio de Santiago), 2016, pp. 223-226.

A. Iglesias Díeguez, 1999: A. Iglesias Díeguez, Historia do Pensamento Antropolóxico en Galicia, Santiago de Compostela (Xunta de Galicia), 1999.

J. M. López Piñero et al., 1983: J. M. López Piñero et al., Diccionario histórico de la Ciencia Moderna en España, Barcelona (Ediciones Península), 1983, 2 vols.

L. Máiz Eleizegui, 1961: L. Máiz Eleizegui, Historia de la enseñanza de Farmacia en Santiago (cien años de vida de la Facultad) 1857-1957, Santiago de Compostela (Facultad de Farmacia), 1961.

J. Sousa, F. Pereira, 1988: J. Sousa, F. Pereira, Historia de la Escuela de Artes y Oficios de Santiago de Compostela 1888-1988, A Coruña (Excma. Deputación Provincial da Coruña), 1988.

Ficha técnica

Número de referencia: IBC0000075
Autoría: Fernando Martín Marqués
Título: Vítor de José Rodríguez Carracido
Temas: 
Conmemorativo
Retrato
Masculino
Datos: ca 1920
Técnicas: 
Óleo
Materiales: 
Castaño
Tabla