Vítor de José Varela Montes
Este vítor se data en 1940. Es obra de la pintora Elvira Santiso. Cabe valorar, también, en su composición tres partes: un retrato, una ambientación complementaria, y un epígrafe. En lo relativo al retrato de Varela de Montes (1796-1868) se dispone en la parte alta y media, en un marco ovalado, rodeado de laurel. Copia, en sus formas, al realizado por Dionisio Fierros. Bajo dicho retrato puede verse una disección anatómica que evoca la representada en la propia Facultad de Medicina a la que se hace, así, referencia, como también a sus estudios, mostrando libros, apuntes y recipientes utilizados para la atención médica. El epígrafe se dispone, como es común, en la parte inferior.
La ambientación nos remite a Compostela a través de un fondo en que aparecen, decorándolo, cruces de Santiago. Bajo el retrato, y enmarcado por las ramas de laurel que penden del retrato, puede verse una disección anatómica; ocho estudiantes la contemplan; la configuración pétrea, que se aparenta, evoca, en cierto modo, la misma temática que, inclusa en un frontón, preside la entrada de la propia Facultad de Medicina a la que se hace, así, referencia, como también a sus estudios, mostrando libros, apuntes y recipientes utilizados para la atención médica.
El epígrafe que completa el conjunto dice: D. JOSE VARELA DE MONTES NACIÓ EN SAN/ TIAGO EN MAYO DE 1796 Y FALLECIÓ EN 1868/ DECANO Y CATEDRÁTICO DE MEDICINA CLINI-/CA EN
Como puede verse el texto difiere de los previamente realizados ya que, en este caso, se incide, sobre todo, en las condecoraciones recibidas, lo que, por lo demás, engrandece a
Ya desde los primeros tiempos de la puesta en marcha del colegio de Fonseca se debió de honrar a personajes de relieve que tuvieron relación con él mediante un vítor; aún se conservan en la fachada principal, hacia el lado sur, restos de uno antiguo del que puede verse en caracteres de gran formato parte de un nombre.
Se hace de tal modo mención a alguien concreto a quien se quiere reconocer, ya que esa es la finalidad de las aclamaciones, siguiéndose en este sentido por el modo de pintar los caracteres en rojo, formas semejantes a las utilizadas entre otras instituciones por la Universidad de Salamanca, en la que esta costumbre va a tener una honda y perseverante tradición.
Pero la factura de vítores se iba a plasmar a partir del primer tercio del siglo XIX en obras pictóricas en las que se conjugan el reconocimiento a un determinado personaje a través de una imagen, de cariz alegórico, y una leyenda con el testimonio de sus méritos personales. Se conservan tres entre los que guardó el Colegio de Santiago Alfeo, o “Mayor de Fonseca”: los de Benito Ramón Hermida, Manuel Pardo Ribadeneira y Jacobo María de Parga y Puga, citados por orden de antigüedad.
R.M. Cacheda Barreiro, 2007: R. M. Cacheda Barreiro, “ O Vítor como soporte iconográfico. Heráldica, alegoría e retrato”, en (Catálogo de Exposición) Sigillum. Memoria e identidade da Universidade de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela (Universidade de Santiago de Compostela), 2007, pp.87-98.
J. M. García Iglesias, 2016: J. M. García Iglesias, Minerva, la Diosa de Compostela. Espacios y obras a relacionar con el saber, Santiago de Compostela (Andavira Editora- Consorcio de Santiago), 2016, pp. 223-226.