Vítor de Luis Rodríguez de Viguri

En 1907 ingresa en el Cuerpo Diplomático y en el Jurídico Militar. Fue Diputado en Cortes por Lugo, formando parte del Partido Conservador, en 1918. También lo fue, por la misma circunscripción, en las legislaturas de 1919, 1920, 1923 y 1933 (X. R. Barreiro Fernández, 2003). Entre sus cargos cabe citar los de Subsecretario de la Presidencia del Consejo de Ministros, 1921; Subsecretario de Fomento, 1922; Ministro de Fomento , 1922; Ministro de Economía Nacional, 1930 (A. Couceiro Freijomil, 1953, pp. 236-237; P. Pascual, 1999, p. 185; J. Varela Ortega, 2001, pp. 364-365). Firma algunas publicaciones (L. Rodríguez de Viguri, 1901; L. Rodríguez de Viguri, 1924). Contó con la distinción de ser canónigo honorario de la Catedral de Lugo (ABC, 30 de Enero de 1936, p. 25. Vid. R. Gurriarán , 2006, p. 399).

En la parte central se dispone, en forma de busto, un retrato del personajes, partiendo de alguna fotografía suya de ese tiempo. Se dispone enmarcado por un mosaico. El epígrafe que cubre la zona baja, dice así: AL EXCMO. SR D. / LUIS RODRIGUEZ DE VIGURI/ NATURAL E HIJO PREDILECTO DE SANTIAGO/ SUBSECRETARIO DEL MINISTERIO DE FOMENTO/ EN EL AÑO 1922 OBTUVO LA CREACIÓN DE LA/ SECCIÓN DE HISTORIA DE ESTA FACULTAD/ MINISTRO EN 1923.

Estamos ante una obra realizada por el pintor Fernando Martín Marqués quien la firma en 1923; acomete, por lo tanto, esta labor después de haber pintado el vítor de Carracido, con el que éste tiene claras concordancias.

El reconocimiento que se le tiene a este personaje en Compostela se guarda en la memoria de una placa de mármol, firmada por Eiroa -también sita en este mismo piso-, que se engalana, en su parte superior, con el distintivo del vítor y en la que se dice:

AL EXCMO. SR./ D. LUIS R. DE VIGURI/ CREADOR/ HACE CINCUENTA AÑOS/ DE LA SECCIÓN DE HISTORIA/DE ESTA FACULTAD/ 1922-1972.

Se cita este espacio como propio de la Facultad (entonces de Filosofía y Letras, en un momento en el que Derecho se ubicada en la planta baja). Debió ser redactada por el entonces decano, el catedrático de Historia del Arte, prof. Otero Túñez (Vid. J. M. García Iglesias, 2016, pp. 312-313).

El hecho de que se creasen, en paralelo, las secciones de Historia y Química, con el apoyo de Luis Rodríguez de Viguri, conllevó que la Universidad de Santiago, en la que había tres facultades -Medicina, Derecho y Farmacia-, completase su cuadro de estudios con otras dos -Filosofía y Letras, por una parte, y Ciencias, por otra-, suponiendo ese año 1922, un momento de cambio, positivo, en el devenir de esta institución universitaria.

Ya desde los primeros tiempos de la puesta en marcha del colegio de Fonseca se debió de honrar a personajes de relieve que tuvieron relación con él mediante un vítor; aún se conservan en la fachada principal, hacia el lado sur, restos de uno antiguo del que puede verse en caracteres de gran formato parte de un nombre.

Se hace de tal modo mención a alguien concreto a quien se quiere reconocer, ya que esa es la finalidad de las aclamaciones, siguiéndose en este sentido por el modo de pintar los caracteres en rojo, formas semejantes a las utilizadas entre otras instituciones por la Universidad de Salamanca, en la que esta costumbre va a tener una honda y perseverante tradición.

Pero la factura de vítores se iba a plasmar a partir del primer tercio del siglo XIX en obras pictóricas en las que se conjugan el reconocimiento a un determinado personaje a través de una imagen, de cariz alegórico, y una leyenda con el testimonio de sus méritos personales. Se conservan tres entre los que guardó el Colegio de Santiago Alfeo, o “Mayor de Fonseca”: los de Benito Ramón Hermida, Manuel Pardo Ribadeneira y Jacobo María de Parga y Puga, citados por orden de antigüedad.

C. A. Baliñas Fernández, 1980: C. A. Baliñas Fernández, “La Facultad de Filosofía y Letras. La Facultad de 1922 a 1975”, en M. C. Díaz y Díaz (coord.), La Universidad de Santiago, Santiago de Compostela, Universidad de Santiago, 1980, pp. 146-148.

X. R. Barreiro Fernández, 2003: X. R. Barreiro Fernández (coord.), Parlamentarios de Galicia: biografías de deputados e senadores (1810-2003), Santiago de Compostela, Parlamento de Galicia y Real Academia Galega, 2ª ed., 2 vols., 2003.

A. Couceiro Freijomil, 1953: A. Couceiro Freijomil, Diccionario Bio-Bibliográfico de escritores, Santiago de Compostela, Bibliófilos Gallegos, t. III, 1953.

J. M. García Iglesias, 2016: J. M. García Iglesias, Minerva, la Diosa de Compostela. Espacios y obras a relacionar con el saber, Santiago de Compostela, Andavira Editora y Consorcio de Santiago, 2016, pp. 312-313.

R. Gurriarán, 2006: R. Gurriarán, Ciencia e conciencia na Universidade de Santiago (1900-1940), Santiago de Compostela, Universidad de Santiago de Compostela. 2006.

P. Pascual, 1999: P. Pascual, El compromiso intelectual del político. Ministros escritores en la Restauración Canovista, Mostoles (Madrid), Ediciones de la Torre, 1999.

O. Rey Castelao, 2018: O. Rey Castelao, “La muerte de un maestro: Don Antonio Eiras Roel (1931-2017)”, en Revista de Demografía Histórica, XXXVI, I, (2018), pp. 135-138.

L. Rodríguez de Viguri, 1901: L. Rodríguez de Viguri, La comerciabilidad de los inmuebles: observaciones sobre la transmisibilidad de las cosas, Santiago de Compostela, Imprenta del Seminario C. Central, 1901.

L. Rodríguez de Viguri, 1924: L. Rodríguez de Viguri, La Retirada de Annual y el asedio de Monte Arruit: escrito en defensa del general Don Felipe Navarro, Madrid, Sucesores de Rivadeira, 1924.

J. Varela Ortega, 2001: J. Varela Ortega, (dir.), El poder de la influencia. Geografía del caciquismo en España (1875-1923), Madrid, Marcial Pons e Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2001.