Vítor de Santo Toribio de Mogroviejo

Autoría descoñecida
José Manuel García Iglesias

Santo Toribio de Mogrovejo (1538-1606) recibió el grado de licenciado en Cánones en Santiago en 1568. A partir de 1767 cuenta con un retablo propio en la iglesia de los jesuitas, hoy de la Universidad. Su vítor se dispuso sobe la puerta que enlaza con el templo desde el claustro universitario. Un escudo de armas enaltecido por un dosel y el vuelos de unos ángeles, así como la mitra, el palio y el báculo, alusivos a condición de prelado, y la escribanía y unos documentos, relativos a su papel de escritor, completan la composición con largo epígrafe, relativo a su persona. Guarda afinidades con obras del pintor José Garabal Louzao y otros vítores realizados en torno a 1850.

Toribio de Mogrovejo (1538-1606) nació en la villa de Mayorga, diócesis de León. Estudió Derecho Canónico en Valladolid y Santiago a donde llegó en peregrinación, después de vestir la loba del colegio de S. Salvador de Oviedo, en Salamanca. Ha de ponerse en relación lo que aquí se dice con su visita al Sepulcro del Apóstol, en 1568, en que viene a Compostela y que es, por lo demás, Año Santo (A. López Ferreiro, 1905, p. 423). En cualquier caso esta venida de Toribio a Santiago tiene como objeto la realización de una “peregrinatio academica” que se concreta en que el 10 de septiembre de 1568 solicita su incorporación, que le es concedida (Vid. G. Montiel Roig, E. Martínez García, 2004, pp. 25-28) . Recibió el grado de licenciado en Cánones el 6 de Octubre de 1568, en la capilla de Don Lope de la Catedral Compostelana, lo que supone, únicamente, una estancia de veintiséis días en Compostela. En 18 de septiembre tuvo el ejercicio de repetición pública y el aprobado, “nemine discrepante”. Para su ejercicio público fue elegida la siguiente proposición “Sustentia Pastoris juxta vel injuxta timenda est”. De Decretales razonó sobre el punto siguiente “De fide instrumentorum”. Escribió una obra en latín sobre los Concilios. Fue obispo de Lima en donde se distinguió por su ciencia y caridad. La Iglesia le ha colocado en el número de sus canonizados (A. Neira de Mosquera, 1850, p, 210; C. Pérez de Bustamante, 1926, pp. 22-26). Fue reconocido entre los hijos Ilustres de la Universidad en 1880 ( M. Ovilo y Otero, 1880, pp. 7-9. Vid. R. Levillier, 1920; F. Redondo Cadenas, 1954; V. Rodríguez Valencia, 1956; N. Sánchez Prieto, 1986).

También se le vincula con la universidad de Coimbra y en la de Salamanca llegó a ser profesor. Fue propuesto por el rey Felipe II a Gregorio XIII para el arzobispado de Lima en donde fundó seminario en el año 1590. Llegó a celebrar trece sínodos. Se le reconoce su labor de misionero y de protector de los indígenas. Fue beatificado en 1679 y considerado santo en 1726. Juan Pablo II lo proclamó Patrono del Episcopado latinoamericano (Vid. V. Rodríguez Valencia, 1956; N. Sánchez Prieto, 1986; A. Nieto Vélez, 1992). Su corto paso por la Universidad de Santiago le hizo, en todo caso, acreedor a que, en esta ciudad, se guardase aquí su memoria (Vid. C. Pérez de Bustamante, 1926).

Cuenta este vítor, en la parte baja, con el siguiente epígrafe: TORIBIUS ALPHONSUS MOGROVEJUS, CUM COMPOSTELLAN PEREGRINUS ADIRET/ IN HÁC UNIVERSITATE LITERARIA GRADU LICENCIATI IN JURE CANONICO/ PRIDIE NONAS OCTOBRIS ANNI DOMINI MDLXVIII INSIGNATUS EST. OB EJUS/ SAPITENTIAM ET PIETATE AD DESEDEM ARCHIEPISCOPALEM LIMENSEM ELATUS/ EST. SACRO RESCRIPTO IDUUM DECEMBRIS ANNI MDCCXXVI A PONTIFICE/ BENEDICTO XIII IN NUMERUM SANCTORUM RELATUS EST. ¡O FELIX/ UNIVERSIAS, QUAE TANTUM BIRUM IN HISPANIAE HONOREM PRODIDISTI! (Se aporta una traducción al castellano en J. M. Fernández Sánchez, F. Freire Barreiro, 1885, p. 231).

Cabe comparar, desde un punto de vista formal, este vítor con los realizados en relación con Luis Folgueras Sión (1849) y José Rodríguez González (ca. 1856), dado el grado de afinidad entre ellos. También, en lo compositivo, con el que concierne a Florencio Rodríguez Vaamonde (ca.1863). Prácticamente nada sabemos sobre la autoría de este tipo de obras. Se vinculan dos de los realizados por este tiempo – los relativos a los hermanos Calderón y Collantes (Saturnino, ca. 1863; Fernando, ca. 1877) - al pintor José Garabal Louzao, con taller abierto en Compostela (J. Couselo Bouzas, 1950, p. 77). Dicho artista fue nombrado “pintor de la Real Casa” en 1877 (Diario de Santiago, 19, XI, 1877). También impartía clases de dibujo y pintura (Diario de Santiago, 6, XI, 1878) . Tales circunstancias pueden sugerir una posible presencia, en esta obra, de este autor, fallecido en 1907, o de su taller (J. Couselo Bouzas, 1950, p. 79). La labor de José Garabal es, en cualquier caso, muy variada; así, en 1882, se encarga, por ejemplo, de la pintura y decorado del denominado “Café Suizo” (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, 23, X, 1882). Y, en 1892, pinta “… el techo del salón de juego de la Sociedad Recreo Artístico” (Gaceta de Galicia. Diario de Santiago, 8, X, 1892).

Tras la expulsión de los jesuitas, su iglesia pasará a manos de la Universidad quien va a levantar, en el espacio del antiguo colegio, un nuevo edificio. Por Real Cédula de 19 de agosto de 1769 se ordena que tanto la Universidad como el Colegio de San Jerónimo se trasladen al Colegio de los Jesuitas pudiendo, de este modo, ampliar el de Fonseca, ocupado por el citado Colegio de San Jerónimo.

Pues bien, en la primera planificación, llevada a cabo por Domingo Antonio Lois Monteagudo, se entienden como espacios independientes, a nivel de planta baja, el específico de la Real Universidad, a construir, y el de la iglesia adjunta, que, desde esta propuesta, habría de acortarse en la parte de los pies; se dispone, en cambio, una puerta, que enlaza ambos edificios, en la altura correspondiente a la planta baja.

Cabe decir que las líneas generales del nuevo edificio están implícitas en el proyecto del ala norte, que se desarrolla entre 1776 y 1781. Por otra parte está documentado que el claustro se ha concluido, por 1798, en sus lados norte, este y una mínima parte del sur; en el plano de Miguel Ferro Caaveiro, fechado en ese año, puede verse como se soluciona lo que se describe como “pared que divide la Univ. de la Ygla”, en la que se contempla, y se señala, una “puerta de comunicación” (A.Goy Diz, F. Pérez Rodríguez, 1996, p. 202 ). Es, sobre esta puerta, en donde se dispondrá el vítor en cuestión ( J. M. Fernández Sánchez, F. Freire Barreiro, 1885, p. 231. Vid. J. M. Monterroso Montero, 2002b, p. 164; M. P. Casas Gil 2007, pp. 116-118).

La destrucción del antiguo colegio de la Compañía, para hacer en su solar el actual edificio de la Universidad, dejó en pié su iglesia, en la que tenía culto Toribio de Mogrovejo, santo reconocido, por lo demás, como propio, en la Universidad Compostelana.

En las Actas Capitulares de la Catedral de Santiago del 22 de abril de 1727 se leyó un Memorial, enviado por Antonio Alfonso Mogrovejo, en el que manifestaba su deseo de “hacer la función de la Canonización de santo Toribio Alfonso Mogrobejo en el Colegio de la Compañía ”; para ello solicitaba: ”que se forme la Procesión en esta santa Yglesia y se toquen las campanas y permita (el Cabildo) Capilla donde se ponga la imagen del Santo”. Ante esta petición se decidió que “por la especial circunstancia de auer el santo benir a visitar el sepulcro de Nuestro Santo Apóstol y Patrón señor Santiago se permita la prozesión y que se toquen las campanas. Y la ymagen del Santo se ponga en el plano de la capilla maior con quatro blandones” (R. Otero Túñez , 1986, p. 61). Debe recordarse que, tan solo un año antes, este santo había sido reconocido como tal.

Llama la atención que el acceso de Toribio a su reconocimiento, posterior en la Universidad de Compostela, se haya realizado ubicando su imagen en la iglesia, colegial, de los jesuitas, que se había construido entre 1643 y 1673 (R. Otero Túñez, 1986, pp. 25-30. Vid. J. M. Monterroso Montero, 2002a). En tal lugar se dispondría, inicialmente, en una posición próxima a la ocupada por el fundador, Ignacio de Loyola, en el retablo del lado del evangelio, en el crucero (La ubicación resulta aquí un tanto imprecisa. Otero apunta que recibió culto en la capilla de San Ignacio… “pero no en el retablo, donde no cabe...”. En R. Otero Túñez, 1986, p. 61).

Sabemos, por lo demás, que María Riobóo y Seixas, viuda de Alfonso de Mogrovejo, se hace cargo de los costes del retablo de Santo Toribio que, por 1747, asume realizar el taller de Manuel de Leys para levantar en la segunda capilla del lado del evangelio. Cuenta, para ello, tal como se dice, con el asesoramiento de Andrés de Aguilar y Herce, Lectoral de Escritura de la Catedral compostelana; se entendía que la finalidad de ese retablo era colocar, en él, “… la imagen de santo Toribio que está en el (retablo) del glorioso Patriarca San Ygnacio de Loyola” (J. Couselo Bouzas, 1933, p. 415). La posibilidad de que la imagen de Santo Toribio estuviese colocada en uno de los espacios con que dicho retablo cuenta para otras devociones nos parece la más probable ya que el mismo problema presentaban otras esculturas que se encontraban sitas en el de de San Francisco Javier. Poco más tarde, en 1751, el canónigo e historiador Antonio Rioboo y Seixas, hermano de la viuda, es quien encarga su pintura, “…según y de la forma en que se hallan los otros colaterales que hay en dicha iglesia”.

Es su retablo, a Toribio de Mogrovejo -vestido con la ropa propia de un estudiante, evocándose, de este modo su paso por Compostela- se le reconoce como un gran impulsor de las misiones en América del Sur, labor en la que los jesuitas tuvieron, también, un papel importante. El retablo está rematado, por otra parte, por una devoción mariana tan propiamente americana como es la de la Virgen de Guadalupe. Teniendo en cuenta el contexto en que se ha de entender este retablo -a relacionar con el de enfrente- los dos jóvenes estudiantes que le acompañan, a los lados, bien pueden ser el portugués Inácio de Azevedo y Esteban de Zudaire (1548-1570), dos de los cuarenta misioneros -treinta portugueses y diez españoles, la mayoría de ellos estudiantes, que tenían entre veinte y treinta años- que embarcaron para irse a las misiones del Brasil, en un buque que respondía al nombre de Santiago, y que fueron asesinados por la tripulación de un barco liderado por Jacques de Sores, pirata hugonote, en la costa canaria de Tazacorte. Con el nombre de los mártires del Brasil pasaron a la historia (M. Moutinho, 2001, pp. 2538-2540. Vid. M. C. Osswald, 2012). Tal martirio sería reconocido como tal por una Bula del Papa Benedicto XIV de 21 de septiembre de 1742, aún cuando habría que esperar hasta 1862 para su beatificación.

También en el Seminario, antigua Universidad Pontificia, en San Martiño Pinario, aquí iba a tener su lugar el culto a Toribio de Mogrovejo, con una indumentaria semejante a la que tiene en la iglesia de la Compañía (hoy, de la Universidad), aún cuando, ahora, lleva la beca de un color morado sobre el hábito de buriel; se trata de una escultura que ha sido datado a finales del siglo XIX y que, según parece, tuvo el azul como el original de su beca ( M. A. Caulonga Fernández, 1999, p. 350). Dicho color es el propio de los estudiantes de colegio de San Jerónimo; el que tiene actualmente la beca recuerda al que mostraban las de los seminaristas compostelanos, en sus paseos por la Compostela de los primeros años del XX; Francisco Vázquez Díaz – “Compostela”- lo dibuja de tal modo en 1935 (J. M. B. López Vázquez, 2002, p. 35).

Por otra parte el vincular a Santo Toribio con la Catedral Compostelana resulta usual en la Compostela de finales del siglo XIX. Así, al tratar sobre la Capilla de Don Lope, en la Catedral, se recuerda que “… En 6 de Octubre de 1568 recibió en esta Capilla el grado de Licenciado en SS. Cánones Santo Toribio de Mogrovejo” (TOBIO (1880), p. 47).

Además, el nombre de Toribio de Mogrovejo aparece entre los personajes que se destacan tanto en el primer paraninfo de la Real Universidad, sito en la planta baja, como en el actual (Vid. J. M. García Iglesias, 2016, pp. 77, 87-88, 379).

Ya desde los primeros tiempos de la puesta en marcha del colegio de Fonseca se debió de honrar a personajes de relieve que tuvieron relación con él mediante un vítor; aún se conservan en la fachada principal, hacia el lado sur, restos de uno antiguo del que puede verse en caracteres de gran formato parte de un nombre.

Se hace, de tal modo, mención a alguien concreto al que se quiere reconocer, ya que esa es la finalidad de las aclamaciones, siguiéndose en este sentido por el modo de pintar los caracteres en rojo, formas semejantes a las utilizadas entre otras instituciones por la Universidad de Salamanca, en la que esta costumbre va a tener una honda y perseverante tradición.

Pero la factura de vítores se iba a plasmar a partir del primero tercio del siglo XIX en obras pictóricas en las que se conjugan el reconocimiento a un determinado personaje a través de una imagen, de cariz alegórico, y una leyenda con el testimonio de sus méritos personales. Se conservan tres entre los que guardó el Colegio de Santiago Alfeo, o “Mayor de Fonseca”: los de Benito Ramón Hermida, Manuel Pardo Ribadeneira y Jacobo María de Parga y Puga, citados por orden de antigüedad.

M. P. Casas Gil 2007: M. P. Casas Gil, “Memoria e personaxes. Unha constante na historia da Universidade”, en (catálogo de exposición) Sigillum. Memoria e identidade da Universidade de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela (Universidade de Santiago de Compostela), 2007, pp. 115-133.

M. A. Caulonga Fernández, 1999: M. A. Caulonga Fernández, “Santo Toribio de Mogrovejo”, en (cátalogo de exposición) Santiago. San Martiño Pinario, Santiago de Compostela (Xunta de Galicia), 1999, pp. 349-350.

J. Couselo Bouzas, 1933: J. Couselo Bouzas, Galicia Artística en el siglo XVIII y primer tercio del XIX, Santiago de Compostela (Imprenta, Librería y enc. del Seminario), 1933.

J. Couselo Bouzas, 1950: J. Couselo Bouzas, La Pintura Gallega, La Coruña (Porto y Cia. Editores), 1950.

J. M. Fernández Sánchez, F. Freire Barreiro 1885: J. M. Fernández Sánchez, F. Freire Barreiro, Guía de Santiago y sus alrededores, Santiago (Imprenta del Seminario Conciliar), 1885.

A.Fraguas Fraguas, 1995: A. Fraguas Fraguas, O Colexio de Fonseca, Santiago de Compostela (Universidad de Santiago), 1995.

J. M. García Iglesias, 2016: J. M. García Iglesias, Minerva, la Diosa de Compostela. Espacios y obras a relacionar con el saber, Santiago de Compostela (Andavira Editora- Consorcio de Santiago), 2016, pp. 223-226.

A.Goy Diz, F. Pérez Rodríguez, 1996: A. Goy Diz, F. Pérez Rodríguez, “Planimetría antigua”, en M. D. Vila Jato (coord.), El Patrimonio Histórico de la Universidad de Santiago de Compostela. Catálogo, Santiago de Compostela (Universidad de Santiago de Compostela- Parlamento de Galicia), 1996, pp. 157-232.

R. Levillier, 1920: R. Levillier, Santo Toribio Alfonso Mogrovejo, arzobispo de los Reyes (1581-1606), organizador de la iglesia en el Virreinato del Perú, Madrid (Sucesores de Rivadeneyra), 1920.

A.López Ferreiro, 1905: A. López Ferreiro, Historia de la Santa A. M. Iglesia de Santiago de Compostela, VIII, Santiago de Compostela (Imp. y Enc. del Seminario Conciliar Central), 1905, VIII,

J. M. B. López Vázquez, 2002: J. M. López Vázquez, (catálogo de exposición) 1935-1936. "Compostela" : berros, oficios, servicios, cerimonias e sucedidos , Santiago de Compostela (Xunta de Galícia), 2002.

J. M. Monterroso Montero, 2002a: J. M. Monterroso Montero, “Santo Toribio de Mogrovejo vestido de colegial”, en (Catálogo de Exposición) Los Arzobispos de Toledo y la Universidad Española, Toledo (Universidad de Castilla-La Mancha), 2002, pp. 162-163.

J. M. Monterroso Montero, 2002b: J. M. Monterroso Montero, “Vítor de Santo Toribio de Mogrovejo”, en (Catálogo de Exposición) Los Arzobispos de Toledo y la Universidad Española, Toledo (Universidad de Castilla-La Mancha), 2002, pp. 164-165.

G. Montiel Roig, E. Martínez García, 2004: G. Montiel Roig, E. Martínez García, “Viajar para saber: movilidad académica, comunicación y viaje en Europa”, en G. Montiel Roig, E. Martínez García (ed.), Viajar para saber. Movilidad y comunicación en las universidades europeas, Valencia (Universitat de València), 2004, pp. 21-37.

M. Moutinho, 2001: M. Moutinho, “Mártires del Brasil”, en Ch. E. O´Neill, J. M. Domínguez (dir.). Diccionario histórico de la Compañía de Jesús : biográfico-temático , 4 vols. Roma, Madrid (Institutum Historicum, S.I., Universidad Pontificia Comillas), 2001, III, pp. 2538-2540.

A.Neira de Mosquera, 2000 : A. Neira de Mosquera, Monografías de Santiago: Cuadros históricos.-Episodios políticos.-Tradiciones y leyendas.-Recuerdos monumentales.-Regocijos públicos.-Costumbres populares, Santiago (Imp. de la Viuda de Compañel e Hijos), 1850. Se cita desde la edición: Santiago de Compostela (Ara Solis. Consorcio de Santiago), 2000.

A. Nieto Vélez. 1992: A. Nieto Vélez, La primera evangelización del Perú: hechos y personajes. Lima (Vida y Espiritualidad), 1992.

M. C. Osswald, 2012: M. C. Osswald, “Vivencias jesuitas no Brasil (séculos XVI-XVIII)”, en J. Martínez Millán, H. Pizarro Llorente, E. Jiménez Pablo (coords.), Los jesuitas : religión, política y educación (siglos XVI-XVIII), Madrid (Universidad Pontificia Comillas), III (2012), pp. 1523-1550.

R. Otero Túñez, 1986: R. Otero Túñez, El legado artístico de La Compañía de Jesús a la Universidad de Santiago, Santiago de Compostela (Universidad de Santiago de Compostela), 1986.

M. Ovilo y Otero, 1880: M. Ovilo y Otero, Hijos ilustres de la Universidad de Santiago, Santiago (Imp. de la Gaceta de Galicia), 1880.

C. Pérez de Bustamante, 1926: C. Pérez de Bustamante, “Un graduado compostelano en el siglo XVI: Santo Toribio de Mogrovejo, Arzobispo de Lima”. Boletín de la Biblioteca de Menéndez Pelayo, 8 (1926), pp. 22-26.

F. Redondo Cadenas, 1954: F. Redondo Cadenas, Santo Toribio de Mogrovejo, natural de Villaguejida (Diócesis de Oviedo, Provincia de León): breves apuntes para la historia, Oviedo (Gráficas Summa), 1954.

V. Rodríguez Valencia, 1956:´V. Rodríguez Valencia, Santo Toribio de Mogrovejo, Organizador y Apóstol de Sur-America, Madrid (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Santo Toribio de Mogrovejo), 1956.

N. Sánchez Prieto, 1986: N. Sánchez Prieto, Santo Toribio de Mogrovejo. Apostol de los Andes, Madrid (Biblioteca de Autores Cristianos), 1986.

L. Tobio Campos, 1880: L. Tobio Campos, Colección de inscripciones de La Catedral de Compostela. Santiago de Compostela (La Gaceta de Galicia), 1880.

Ficha técnica

Número de referencia: IBC0000074
Autoría: Autoría descoñecida
Título: Vítor de Santo Toribio de Mogroviejo
Temas: 
Conmemorativo
Datos: ca 1850
Técnicas: 
Óleo
Dimensiones: 
Alto: 139 cm Ancho: 113 cm
Materiales: 
Tabla