Crispín Evelino, que había fijado su residencia en Santiago hacia 1628, pinta un retrato del que se reconoce como “fundador de la Universidad”; se sabe que “…ha de pintarlo de cuerpo entero, sentado en una silla y dosel y bufete con su alfombra y almoada a los pies, de colores de carmesí y otras que mejor parezca, finas, al óleo”. Se hacía para estar “a la cabecera del lugar que el Rector tiene en Claustro”, en el Colegio de Fonseca. En él encontramos el punto de partida de éste, a relacionar con Plácido Fernández Erosa. Estamos ante el autor de otros dedicados al mismo personaje; así ocurre con el de la serie de los arzobispos compostelanos, en el palacio episcopal de Santiago, y con otro destinado al Hospital Real (Vid. E. Fernández Castiñeiras, 1991, pp. 239, 691). En el año que se data este retrato, 1817, se data lo siguiente: “En quatro de Julio por Claustro de diez y nuebe de Junio anterior, mil y cien rs. a fabor de Dn José Otero por el marco e Ynscrion puesto el Retrato del Sr. Fonseca” (E. Fernández Castiñeiras, 1991, pp. 239, 691).
Se data en 1817. Porta en su mano derecha un pergamino en el que dice “BEATIUS EST MAGIS DARE QUAM ACCIPERE”. Cuenta con otra inscripción que dice: ALFONSO DE FONSECA COMPOSTELLANO/ QUI PRINCIPEM PATRIAE SCHOLAM/ AUXII DECORAVIT ESTULIT/ A.G.L. EADEM ACADEMIA H. P. C./ ANNO MCCMXVII.
Esta pintura debió de mantenerse en el Colegio de Fonseca.