El retrato que nos muestra al escultor Juan Sanmartín y Serna –así es como se le denomina en el expediente que se conserva en el Archivo de la Real Sociedad Económica de la Ciudad de Santiago- (Santiago de Compostela, 1830-1898) lo presenta en pie, con su mano derecha oculta por su ropa y la otra posada sobre un voluminoso libro que se localiza sobre una mesa de formas barrocas. En un segundo plano puede verse una librería ante la que se encuentra una carpeta repleta de láminas y, también, sobre un alto pedestal, una escultura suya: Cervantes en prisión, que iba a presentar a la Exposición Nacional de Madrid de 1887; ésta es la razón por la que el pintor, José Alarcón, la incorpora a este retrato de 1886; se trata, en definitiva, de una obra con la que el escultor pretende consagrarse en la capital de España.