Lodeiro reduce la representación de un paisaje natural a formas geométricas, bandas cromáticas horizontales que preceden a una montaña, representada mediante una franja ondulada negra y más ancha que aparece ligeramente perfilada en su contorno superior por una delgada línea blanca, difuminada, que da paso al cielo, todo en azul. Son juegos minimalistas de bandas cromáticas, de colores fríos y pincelada plana.