Darío Villanueva nació en Vilalba (Lugo) en 1950. Fue rector entre los años 1994 y 2002. Quessada (1937-2007) es el pintor a quien se le encomendó este retrato en el que el retratado aparece sedente con la indumentaria propia de rector. En su regazo está posada una enigmática ardilla, lo que le otorga a este cuadro un cierto cariz misterioso; en este caso debe relacionarse con sus vivencias como rector, ya que en el claustro de San Xerome, por su tiempo, en aquel antiguo colegio, podía verse un ejemplar de esta especie. De la relación del rector con este pintor da cuenta la siguiente dedicatoria: “a mi buen amigo Darío Villanueva- V- 2002”.
La evocación de alguno de los retratos de Francis Bacon parecen sugerir modos a este pintor, tan buen intérprete de las más excelsas voces del arte contemporánea.