En su arquitectura se suma el edificio colegial del siglo XVI, al que se añade, en los momentos postreros de esa centuria la llamada torre del Reloj. Después, con el inicio del siglo XVIII, se le añadirá, hacia el lado sur, un nuevo espacio dedicado a Hospedería. Ya en los años medios del siglo XIX, en tiempos del recordado rector Viñas, se dispone un jardín botánico – hoy abierto al público- en la parte posterior de este conjunto universitario que verá, en el siglo XX, como se acorta tal espacio ajardinado en su parte septentrional para ubicar ahí una nueva ala que se destina actualmente a depósito de fondos bibliográficos universitarios