Salón de Grados del Colegio de San Jerónimo
Esta sala rectangular, dispuesta en la planta baja de un edificio colegial, tuvo como primera función la de ser, a partir de 1665, una capilla a la que asistían los veinticuatro colegiales aquí residentes presididos por un vicerrector. Entre 1735 y 1745 haría las funciones propias para la consecución de grados, algo que previamente se hacía en la Catedral, en la llamada capilla de don Lope de Mendoza.
El colegio es suprimido como tal en 1840 y es agregado a la Universidad, lo que lo llevó en aquel momento a quedar vacío. En el año 1849, por Real Orden, se crea la Escuela Normal Superior de la Universidad Literaria de Santiago, lo que llevará a que esta planta baja se reservara a la enseñanza de niños, en tanto que los estudios de Magisterio se hacían en la primera planta.
Al convertirse en 1975 en Rectorado, a este espacio se le otorga la función de ser Sala de Claustros. Esto llevó a incorporar a este lugar la recreación de un retablo y ambón, a la colocación de la sillería rectoral y a completarlo con distinto mobiliario: esculturas, pinturas, vidrieras y alfombras. Desde los años 1979-1980 se le denomina Salón de Grados.
Fueron fundamentalmente los profesores Lucas Álvarez -también rector-, Otero Túñez y Díaz y Díaz los que se encargaron de replantear este espacio para que tuviera el noble y académico aspecto que hoy lo distingue.
La recreación del retablo para presidir este espacio y de un ambón para otorgar, desde tal sitio, la palabra a quien corresponda, supone una parte importante de la obra. Se sabe que las salomónicas columnas que lo encuadran, así como otras piezas del mismo, así como las piezas con las que se concibió el ambón, “proceden de una iglesia de la comarca de Silleda” (M. C. Díaz y Díaz, 1980: 51). Estamos ante elementos barrocos de un retablo muy probablemente dedicado a la Virgen María, según se deduce de los motivos que ornamentan el citado ambón.
Es más, en los laterales de ese ambón hay dos inscripciones que nos dicen: "Se hizo este altar en 1669" (lado izquierdo) y "se adaptó y se restauró en 1975" (lado derecho). Estas precisiones se introducen, probablemente, por criterio del catedrático de Historia del arte, Ramón Otero Túñez, tan interesado y buen conocedor del mundo del retablo gallego de esa época.
El Crucificado que preside esta parte del conjunto formaba parte de la imaginería del retablo del Colegio de Santiago Alfeo que fue realizado entre 1603 y 1608 por Juan Davila y Gregorio Español -los autores, también, del coro de la catedral que hoy está en San Martiño Pinario- Por las características estilísticas que tiene, se entendió como obra de Gregorio Español (M. D. Vila Jato, 1983: 105-106; M. D. Vila Jato, 1995: 133).
Por tres de las paredes que configuran la planta rectangular de esta sala, se reubicó parte de la sillería del antiguo Salón Rectoral -hasta 33 asientos-, antes en el edificio central de la Universidad, la actual Facultad de Geografía e Historia. Se trata de una obra realizada en el cuatrienio del abad de Oseira don fray Facundo Cornejo (1791-1794). Se dice en el Libro de Obras de Oseira que fueron dos los maestros que hicieron previamente la planta. “Un tallista de Santiago” y un “ensamblador de Oporto”: 320 reales al compostelano, y 480, al de Oporto (F. J. Limia Gardón, 2006 : 115 ). Es probable que el denominado “tallista de Santiago” fuera Agustín Trasmonte, quien en 1791 hizo la sillería de San Francisco y en 1788-1789, el oro de los racioneros del Sancti Spiritus, situado en la iglesia de la Universidad, sobre la entrada, a los pies del dicho templo (J. M. García Iglesias: 2019: ). Se sabe, además, que es obra realizada por Santiago García, de la parroquia de Oseira. También es cuestión conocida, gracias a la investigación de Limia Gardón, que se hizo “… de madera del Brasil; que se compró en dicha ciudad de Oporto, y se trajo por mar hasta la villa de Padrón donde se pagó el flete de la embarcación. Desde dicha villa se condujo en carros hasta el lugar de Arenteiro pagando por cada quintal diez y ocho reales. Y desde el dicho Arenteiro (lugar de la parroquia de Barrán, en el ayuntamiento de Piñor) en bueyes a este monasterio. Tuvo de coste dicha madera, flete de mar y conducción por tierra veintisiete mil novecientos reales” (F. J. Limia Gardón, 2006). La madera comprada en Porto costó 26.900 reales; era madera de Palo Santo rosa (de color blanco amarillento), algo que, en un templo conventual de los monjes del Císter, con sus hábitos blancos, debía de configurar un muy adecuado marco para sus diarias oraciones y cánticos. El coste final de esta sillería ascendió a los 88.312 reales (F. J. Limia Gardón, 2006:114-116). Lástima que el barniz con el que se tiñó posteriormente aminorara la calidad cromática de tan bella madera.
En los esquinales de la sillería se encajan vitrinas depositarias de algunos objetos relacionados con el Gabinete de Curiosidades de esta Universidad (A. Bugalllo Rodríguez, 1995: 156-161).
En la parte de la presidencia también pueden verse la maza de la Universidad, símbolo de autoritas, de autonomía y jurisdicción, que proviene del siglo XVI (C. Pereira, J. Suárez Otero, 1996: 86-87). También está aquí la vara del maestro de ceremonias, de 1833, rematada con una mano con el índice levantado siguiendo la forma que tenía otra anterior (C. Pereira, J. Suárez Otero, 1996: 114).
La que aquí se guarda ha de relacionarse con el fondo del museo de la Trinidad en el Prado; entre otros: Alegoría de la Fe, de Corrado Guiaquinto (C. Pereira, J. Suárez Otero, 1996: 99)
En tanto, en las vidrieras, a datar por 1975, se hace en una de ellas una versión más de un retrato de Alonso de Fonseca, que sigue, en general, las formas de otros pintados y, en las otras, se impone su escudo, con las estrellas que lo particularizan.
La gran alfombra aquí existente es del tiempo de Isabel II -concretamente, del momento del texto del Acta Regia en 1859, publicada con motivo de la visita de la Reina a esta Universidad; se debe a la Real Fábrica de Tapices. Se hace eco de la división provincial del Reino de Galicia, tal y como se concibió en tiempos de Javier de Burgos, como Secretario de Estado de Fomento.
¿Por qué el cambio de denominación para pasar a llamarse Salón de Grados, tal como se reconoce, por parte de Díaz y Díaz, en 1980? En la Universidad, desde mediados del siglo XIX y hasta 1978, los rectores eran los jefes de la enseñanza en todos los niveles en su distrito y eran elegidos por el Ministerio al que representaban. A partir de 1978, el Rector es elegido por el Claustro y este consigue otras dimensiones, con el que aquel espacio, pensado para reuniones y actos con pocos participantes, deja de tener sentido en una coyuntura nueva y adquiere las funciones que hoy se le otorga: ser lugar para recepciones oficiales, para tomas de posesión de cargos académicos o para imposición de distinciones, entre otras.
Después de 1980, este espacio sería enriquecido con otras piezas. Llega, así, hasta aquí, el Crucificado en marfil, regalo de Ramón Núñez Rodríguez, párroco de Cordeiro, en 1940; se trata de una pieza de mediados del siglo XVII que previamente había estado en el despacho del Rector.
También se incorpora, en 1997, una escultura que nos muestra a Santo Tomás de Aquino, patrón de la Universidad.
A. Bugallo Rodríguez, 1995: A. Bugallo Rodríguez, “El Gabinete de Curiosidades”, en (catálogo de exposición) Gallaecia Fulget (1495-1995), Santiago de Compostela (Universidade de Santiago de Compostela), 1995, pp. 156-161.
M. C. Díaz y Díaz, 1980: M. C. Díaz y Díaz (coord.), La Universidad de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela (Universidad de Santiago de Compostela), 1980.
J. M. García Iglesias: 2019: El franciscanismo en Galicia. Ayer y hoy de su patrimonio artístico, Santiago de Compostela (Eco Franciscano), 2019.
F. J. Limia Gardón, 2006: F. J. Limia Gardón, La proyección artística del monasterio cisterciense de Santa María de Oseira (De Dom Fray Suero de Oca (1485-1512) a Dom Fray Santiago Sola (1832-1835) ), Santiago de Compostela (tese de doutoramento dirixida por J. M. García Iglesias), Universidade de Santiago de Compostela, 2006.
C. Pereira, J. Suárez Otero, 1996: C. Pereira, J. Suárez Otero, “Los fondos artísticos”, en M. D. Vila Jato (coord.), El Patrimonio Histórico de la Universidad de Santiago de Compostela. Catálogo, Santiago de Compostela (Universidade de Santiago de Compostela, Parlamento de Galicia), 1996, pp. 83-155
M. D. Vila Jato, 1983: M. D. Vila Jato, Escultura Manierista, Santiago de Compostela, Arte Galega Sánchez Cantón, 1983.
M. D. Vila Jato, 1995: “La capilla del Colegio de Fonseca como referencia espiritual del primer pensamiento universitario”, en (catálogo de exposición) Gallaecia Fvlget: (1495-1995): cinco siglos de historia universitaria, Santiago de Compostela (Universidade de Santiago de Compostela), 1995, pp. 130-133.