Obra del período inicial de Caruncho en la que representa de manera sintetizada las piezas de un acordeón a través de una superposición de figuras geométricas. Este cuadro, aunque no está datado, es similar a otro del año 1959. Caruncho parte de una etapa inicial que llega hasta finales de los 50, en la que se sitúa muy próximo a las vanguardias, decantándose por una figuración sintetizada de innegable influencia cubista, como se observa en esta obra, al descomponer el motivo del cuadro -acordeón- en distintas partes a modo de collage.